LUANDA, 27 nov (NNN-PRENSA LATINA) — Cerrada la séptima Cumbre de la Unión Africana (UA) y la Unión Europea (UE) en Luanda, ambos bloques enfrentan una agenda de trabajo intensa para transformar los 49 puntos de consenso de la Declaración de Luanda en acciones concretas y resultados tangibles.
La creación de un mecanismo de monitoreo permanente —integrado en las estructuras existentes, incluido el Comité Ministerial de Monitoreo— marca el primer paso clave para evaluar el cumplimiento de compromisos en inversiones, movilidad, salud, cultura y comercio. Su primera tarea será abordar la migración de forma integral, equilibrada y basada en responsabilidad compartida, con énfasis en combatir el tráfico ilícito, fortalecer la gestión fronteriza y mejorar el retorno y la reintegración sostenible de migrantes.
Sin embargo, los desafíos son profundos. La histórica desigualdad entre ambos continentes persiste: talentos africanos siguen emigrando hacia Europa en busca de oportunidades, mientras armas fabricadas en el Viejo Continente alimentan conflictos en África, y intereses económicos europeos a menudo se entrelazan con la inestabilidad en regiones ricas en recursos naturales. La falta de infraestructura sanitaria en África obliga a muchos a viajar al extranjero para recibir atención médica básica.
Para romper este ciclo, la cumbre reconoció que la verdadera solución pasa por invertir en las personas: impulsar educación, formación profesional, investigación y creación de empleo; construir infraestructuras de transporte, energía y comunicaciones; y promover el crecimiento inclusivo y el desarrollo sostenible. La paz, la seguridad y la acción climática —donde África, pese a ser uno de los menos contaminantes, sufre las peores consecuencias— son pilares fundamentales para una cooperación efectiva.
— NNN-PRENSA LATINA
