NACIONES UNIDAS, 11 jul (NNN-UNIS) — El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) denunció el jueves el asesinato de 15 palestinos, entre ellos nueve niños y cuatro mujeres, que esperaban en una cola para recibir suministros nutricionales destinados a menores en la ciudad de Deir al-Balah, en el centro de la Franja de Gaza.

“Se trataba de madres que buscaban un salvavidas para sus hijos tras meses de hambre y desesperación”, afirmó Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF.
“Entre las víctimas estaba Donia, cuyo hijo de un año, Mohammed, fue asesinado. Le había dicho sus primeras palabras apenas unas horas antes. Donia yace ahora en una cama de hospital, gravemente herida por la explosión, aferrada al pequeño zapato de Mohammed. Ningún padre debería tener que enfrentarse a semejante tragedia”, añadió.
La ayuda estaba siendo distribuida por Proyecto Esperanza, una organización asociada a UNICEF. Según reportes preliminares, otras 30 personas resultaron heridas, entre ellas 19 niños.
“El asesinato de familias que intentaban acceder a una ayuda vital es inconcebible”, continuó Russell. “Las partes en conflicto no han cumplido con sus responsabilidades básicas de proteger a los civiles”.
Los niños en Gaza se enfrentan a una crisis alimentaria sin precedentes, mientras aumenta el riesgo de hambruna. El número de menores desnutridos seguirá creciendo hasta que se reanuden a gran escala la ayuda humanitaria y los servicios esenciales.
Según el derecho internacional, todas las partes en conflicto tienen la obligación de proteger a los civiles y garantizar el acceso seguro y sin obstáculos a la asistencia humanitaria.
Russell instó a Israel a revisar urgentemente sus normas de intervención para garantizar el pleno cumplimiento del derecho internacional humanitario, “en particular la protección de los civiles, incluidos los niños”, y exigió que se lleve a cabo una investigación exhaustiva e independiente del incidente y de todas las denuncias de violaciones al derecho internacional.
UNICEF reiteró su llamado a un alto el fuego inmediato y duradero, la liberación de los rehenes y que todas las partes garanticen la protección de civiles y trabajadores humanitarios.
“Los alimentos, el agua, y los suministros médicos y nutricionales deben llegar a los niños de forma segura y sin demoras. Las muertes y el sufrimiento de niños y civiles deben terminar”, enfatizó Russell.
Hasta el miércoles, decenas de personas habían muerto en la última semana, incluido personal médico y sus familiares, pero los socios sanitarios de la ONU en Gaza siguen brindando atención de emergencia a pesar de las condiciones extremadamente difíciles y la escasez de recursos.
A nivel general, en toda la Franja de Gaza, la población sigue buscando desesperadamente alimentos, y se registran casi a diario incidentes con múltiples víctimas civiles, informó el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric.
Los hospitales, ya abrumados por la situación, se esfuerzan por atender a los heridos y la falta de insumos esenciales como combustible y medicamentos está agravando la situación.
La guerra también ha tenido un efecto devastador en el personal sanitario. Según las autoridades médicas en Gaza, más de 1.500 trabajadores de la salud han muerto desde octubre de 2023.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que el martes 11 camiones cargados de ayuda médica lograron entrar en Gaza, incluyendo suministros quirúrgicos, dispositivos de asistencia, instrumental ortopédico y otros artículos esenciales.
Estos insumos serán distribuidos entre varios centros de salud en la región.
“Las necesidades sanitarias siguen siendo inmensas. Se necesitan muchos más suministros médicos. Pedimos urgentemente la entrada sin trabas de combustible, alimentos y ayuda a gran escala en Gaza, a través de todas las rutas posibles”, declaró en redes sociales el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Dujarric respaldó este mensaje, pidiendo la apertura inmediata de todos los cruces y corredores humanitarios “para garantizar la distribución coherente, frecuente y a gran escala de la ayuda a las personas que la necesitan, sin importar dónde estén”.
En medio de las dificultades para acceder a agua limpia y saneamiento, también crece el riesgo de brotes de enfermedades mortales.
En el norte de Gaza, diez pozos de agua dejaron de funcionar por falta de combustible, y otros 25 operan solo parcialmente y podrían dejar de funcionar en breve.
“La reducción de horas de bombeo, de producción de agua y de recogida de residuos crea un ambiente propicio para la propagación de enfermedades, especialmente entre los más vulnerables: niños, ancianos y mujeres embarazadas”, advirtió Dujarric.
Desde principios de marzo de 2025, no ha entrado a Gaza ningún producto de higiene, señaló, y recordó que la escasez prolongada de artículos de limpieza y saneamiento está afectando gravemente la salud pública e impidiendo una respuesta médica eficaz.
— NNN-UNIS