NACIONES UNIDAS, 11 jun (NNN-UNIS) — La Comisión Investigadora de la ONU para los territorios palestinos ocupados alertó sobre una serie de atrocidades, incluyendo el exterminio. El grupo de expertos en derechos humanos instó a Israel a cesar de inmediato esos abusos y a cumplir con las medidas ordenadas por la Corte Internacional de Justicia.

Israel ha destruido el sistema educativo de Gaza y más de la mitad de los lugares religiosos y culturales de ese territorio palestino asediado “como parte de un ataque generalizado e implacable contra el pueblo palestino, en el que las fuerzas israelíes han cometido crímenes de guerra y el crimen de lesa humanidad de exterminio”, concluyó la Comisión Internacional Independiente de la ONU para los territorios palestinos ocupados, incluida Jerusalén Oriental.
El informe más reciente de la Comisión, publicado el martes, detalla que Israel ha utilizado bombardeos aéreos, incendios provocados y demoliciones deliberadas para destruir y dañar más del 90 % de los edificios escolares y universitarios de Gaza, imposibilitando la educación de niños y adolescentes, y acabando con el sustento del profesorado. Más de 658.000 niños gazatíes han estado privados de educación durante 21 meses.
“Estamos presenciando crecientes indicios de que Israel libra una campaña sistemática para erradicar la vida palestina en Gaza. Los ataques israelíes contra la vida educativa, cultural y religiosa del pueblo palestino perjudicarán a las generaciones actuales y futuras e impedirán su derecho a la autodeterminación”, afirmó Navi Pillay, presidenta de la Comisión.
El informe señala que las fuerzas israelíes han cometido crímenes de guerra, incluyendo ataques dirigidos contra civiles y asesinatos intencionales en sus ataques a instalaciones educativas, causando víctimas civiles. Además, al matar a civiles que se habían refugiado en escuelas y lugares religiosos, “las fuerzas de seguridad israelíes cometieron el crimen de lesa humanidad de exterminio”.
La Comisión documentó varios casos de incendio y demolición de instalaciones educativas por parte de las fuerzas israelíes, encontrando que todos ellos fueron deliberados e innecesarios. También denunció que soldados israelíes grabaron y distribuyeron videos en los que se burlaban de los palestinos y de la educación palestina antes de destruir escuelas y universidades, mostrando la intención de restringir el acceso de los palestinos a la educación a largo plazo.
Esta conducta viola las disposiciones del derecho internacional humanitario, que obligan a las partes en conflicto a distinguir entre bienes civiles y objetivos militares.
“Los niños de Gaza han perdido su infancia. Sin acceso a la educación, deben preocuparse por sobrevivir a los ataques, la incertidumbre, el hambre y las condiciones de vida infrahumanas”, subrayó Navi Pillay, y alertó de que los ataques generalizados a centros educativos se han extendido más allá de Gaza, afectando a todos los niños palestinos.
La Comisión también halló pruebas de que los soldados israelíes utilizaron instalaciones educativas como bases militares o zonas de concentración para sus actividades castrenses, incluyendo la conversión de parte del campus de la Universidad Al-Azhar en Al-Maghraqa en una sinagoga para soldados.
En Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, el sistema educativo se ha visto afectado por el aumento de las operaciones militares israelíes, el acoso a estudiantes, el incremento de puestos de control, las demoliciones y los ataques de colonos, impactando a más de 806.000 estudiantes palestinos.
La Comisión determinó que Israel ha hecho poco por prevenir o enjuiciar a los colonos que atacan deliberadamente centros educativos y estudiantes para aterrorizar a las comunidades y obligarlas a abandonar sus hogares. Además, señaló que las autoridades israelíes atacaron dentro de Israel a estudiantes y trabajadores de la educación israelíes y palestinos que expresaron solidaridad con la población civil de Gaza, resultando en acoso, despido, suspensión y, en algunos casos, arrestos y detenciones degradantes.
Respecto a los sitios religiosos y culturales, el informe reporta ataques israelíes que forman parte de una campaña más amplia para destruir objetivos civiles e infraestructura mediante bombardeos y ataques aéreos. En Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental, las autoridades israelíes han agredido sitios de patrimonio que representan las culturas palestina, judía y otras, desplazando a residentes palestinos y restringiendo severamente su acceso.
“Los ataques a sitios culturales y religiosos han impactado profundamente la cultura intangible, como las prácticas religiosas y culturales, la memoria y la historia”, enfatizó Pillay, añadiendo que atacar y destruir sitios patrimoniales debilita los vínculos históricos de los palestinos con la tierra y socava su identidad colectiva.
La Comisión instó al gobierno israelí a cesar de inmediato los ataques contra instituciones culturales, religiosas y educativas, así como la confiscación y el uso de estas instituciones con fines militares. También exhortó a poner fin a la ocupación ilegal del territorio palestino y a cumplir plenamente las medidas provisionales ordenadas por la Corte Internacional de Justicia.
El informe será presentado ante el Consejo de Derechos Humanos el 17 de junio de 2025.
— NNN-UNIS