NACIONES UNIDAS, 17 may (NNN-UNIS) — La inseguridad alimentaria aguda y la desnutrición aumentaron por sexto año consecutivo en las seis regiones más frágiles del mundo, según revela el Informe Mundial sobre Crisis Alimentarias , publicado el viernes.

El informe indica que más de 295 millones de personas en 53 países y territorios enfrentaron hambre de manera aguda en 2024, lo que representa un aumento de casi 14 millones de personas en comparación con 2023.
El número de personas que enfrentan hambre catastrófica (fase 5 de la Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria) se duplicó durante el mismo período, alcanzando los 1,9 millones , la cifra más alta registrada desde que comenzó el seguimiento en 2016 por parte de las principales agencias de las Naciones Unidas.
Entre los principales factores que contribuyen a esta crisis destacan los conflictos, las crisis económicas , los fenómenos climáticos extremos y el desplazamiento forzado .
Para el Secretario General de la ONU, António Guterres , el informe es “otra denuncia sin rodeos de que el mundo ha desviado peligrosamente su rumbo”.
Guterres advirtió que las crisis prolongadas están siendo agravadas por una drástica reducción en la financiación humanitaria para responder a las necesidades.
“Esto es algo más que un fallo del sistema: es un fallo de la humanidad. El hambre en el siglo XXI es indefendible”, afirmó.
Los autores del informe señalan los conflictos como el principal motor de la inseguridad alimentaria aguda, afectando a unos 140 millones de personas en 20 países y territorios .
Se ha confirmado una hambruna en Sudán , mientras que otros puntos críticos con niveles catastróficos de hambre incluyen la Franja de Gaza , Sudán del Sur, Haití y Malí .
Las crisis económicas, incluidas la inflación y la devaluación de la moneda, provocaron hambre en 15 países , afectando a 59,4 millones de personas .
Los fenómenos meteorológicos extremos, particularmente las sequías e inundaciones inducidas por el fenómeno de El Niño , empujaron a 18 países hacia crisis alimentarias que afectaron a más de 96 millones de personas .
En América Latina, cerca de 20 millones de personas padecen inseguridad alimentaria aguda. El informe identifica seis países en crisis: Haití , Colombia , El Salvador , Guatemala , Honduras y las poblaciones migrantes y refugiadas en Ecuador .
Haití es la más afectada de la región, con casi la mitad de su población en inseguridad alimentaria aguda, incluyendo unas 5.600 personas en situación de catástrofe.
Aunque en Guatemala y Honduras se observaron mejoras, Colombia enfrenta dificultades persistentes, con un aumento de desplazamientos internos y altos niveles de hambre entre las poblaciones migrantes.
El informe también expresa preocupación por el hambre en Cuba , Venezuela y entre migrantes en Perú , pero estos países no han proporcionado suficientes datos para el análisis.
Se prevé que la reciente escasez de fondos agrave aún más la capacidad de hacer frente a la inseguridad alimentaria, ya que se espera que la financiación de las iniciativas humanitarias basadas en alimentos disminuya en un 45% .
La directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA) , Cindy McCain , señaló que la escasez de fondos está afectando todos los aspectos de la distribución de alimentos, desde la disminución de la cantidad de alimentos que la agencia puede suministrar hasta la financiación del transporte a zonas remotas.
“Tal y como están las cosas, no sé si podremos mantener nuestros aviones en el cielo”, afirmó McCain.
En este contexto, la Red Mundial contra las Crisis Alimentarias recomienda invertir en sistemas alimentarios locales y servicios de nutrición para fomentar la resiliencia a las crisis, especialmente en regiones donde el 70% de los hogares rurales dependen de la agricultura para su sustento.
Por su parte, la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) aboga por una mayor inversión en agricultura sostenible, que es cuatro veces más rentable que la ayuda alimentaria directa, pero representa solo el 3% de los fondos humanitarios .
“En la FAO sabemos que la agricultura es una de las herramientas más poderosas, aunque infrautilizadas, que tenemos para frenar la inseguridad alimentaria”, aseguró Rein Paulsen , director de la Oficina de Emergencia y Resiliencia de la FAO.
— NNN-UNIS