Cumbre de Luanda exige alto el fuego inmediato en la RDC y Sudán

LUANDA, 5 jun (NNN-ANGOP) — La cumbre extraordinaria de la Conferencia Internacional sobre la Región de los Grandes Lagos (CIRGL) realizada el sábado, en Luanda, exigió el cese inmediato de las hostilidades en el Este de la República Democrática del Congo (RDC) y en Sudán.

En el comunicado final de la XI Cumbre Extraordinaria de la CIRGL, los Estadistas o sus representantes consideran urgente mejorar la coordinación y operatividad del mecanismo para monitorear y evaluar la implementación del alto el fuego y la retirada del M23 de los territorios ocupados.

En el documento leído por el ministro angoleño de Relaciones Exteriores, Téte António, los participantes expresaron solidaridad a las víctimas de los conflitos en los dos países y reafirmaron el apoyo a la revitalización del Acuerdo Cuadro para la Paz, Seguridad y Cooperación para la Región de los Grandes Lagos.

Relativamente a la RDC, las partes fueron alentadas a empeñarse en la implementación de los entendimientos de Luanda y de Nairobi y exigieron al M23 a priorizar el proceso de acantonamiento.

El encuentro reconoce la reducción de la violencia armada contra la población del Este de la RDC, particularmente en Kivu del Norte, tras el despliegue de la fuerza regional en África Oriental, pero considera que “hay que hacer más” para lograr una paz duradera en la región.

En el comunicado, los participantes condenaron cualquier intento del M23 y otros grupos armados de reforzarse para relanzar las hostilidades en las zonas ocupadas, llamando al abandono urgente de las armas, así como a la repatriación incondicional de las “bandas extranjeras”.

Las delegaciones acogieron con beneplácito la iniciativa de Angola de desplegar un contingente militar con el objetivo de garantizar la seguridad en las zonas de acantonamiento del M23 y apoyar las actividades del mecanismo de verificación ad hoc.

La reunión alentó al Gobierno de la RDC a acelerar la implementación del proceso de desarme, desmovilización, reintegración comunitaria y estabilización, condición esencial para la resolución del conflicto en el este de la RDC.

La Cumbre subrayó la necesidad de reactivar el programa humanitario dirigido a las poblaciones desplazadas, a las zonas de origen y permitir el registro de la población votante en los territorios anteriormente ocupados por el M23.

Hizo un llamado a la reapertura de las rutas de acceso para facilitar la asistencia humanitaria a las poblaciones desplazadas internamente.

Los ministros responsables de la diplomacia en Angola, RDC, Ruanda y Burundi, apoyados por el mecanismo de verificación ad-hoc, fueron instruidos para reunirse periódicamente para evaluar conjuntamente el proceso y los avances en la implementación de los compromisos del rutero de Luanda y el Plan de acción conjunta para la pacificación del este de la RDC y la normalización de las relaciones políticas diplomáticas con Ruanda.

El comunicado señala que la cumbre acogió con beneplácito la decisión de la SADC de desplegar una fuerza de intervención como respuesta regional para apoyar los esfuerzos por la paz y la seguridad en el este de la RDC.

En cuanto a Sudán, la reunión pidió la reactivación del proceso de paz con aras a buscar una solución duradera al conflicto y apoyar la transición democrática e inclusiva, reconociendo que no existe una solución militar a la crisis.

La cumbre hizo un llamado a la comunidad internacional para que brinde la asistencia necesaria a las poblaciones del este de la RDC y en Sudán, y propuso continuar monitoreando la situación en los dos países.

Los participantes felicitaron al estadista angoleño por sus esfuerzos en la búsqueda de la paz y la estabilidad para el continente.

La declaración leída por el ministro Téte António indica que Angola debe ser sede, en fecha aún por precisar, de una cumbre entre IRGL, SADC, ECCAS y la Comunidad de Estados de África Oriental, con la participación de la ONU.

Esta reunión debe ser coordinada por la Unión Africana (UA). En el corazón de la iniciativa está mejorar la coordinación de los esfuerzos de mantenimiento de la paz en el continente.

La cumbre, a la que asistieron jefes de Estado o sus representantes del CIRGL, se llevó a cabo bajo el lema “Por una región estable de los Grandes Lagos, hacia el desarrollo sostenible”.

Creado en 1994, luego de los conflictos políticos y militares que marcaron la Región de los Grandes Lagos a principios de la década de 1990, la CIRGL congrega a Angola, Burundi, República Centroafricana y Democrática del Congo, así como a Congo, Kenia, Uganda, Ruanda, Sudán, Sudán del Sur, Tanzania y Zambia.
— NNN-ANGOP

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