GINEBRA, 28 dic (NNN-ANGOP) — La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) alertó el martes sobre el riesgo de las crisis de inseguridad alimentaria ocurrida este año en varios países africanos, agudizadas debido a las alteraciones climáticas, inflación o conflictos, que pueden ser más agudas en 2023
Para la organización MSF, “el año 2023 representa una continuación e incluso un posible recrudecimiento de las posibles crisis de inseguridad alimentaria que se anunciaron en 2022”, afirmó el martes José Mas, subdirector de operaciones de la organización.
En este sentido, MSF se centra tanto en países del Sahel, como Malí, Burkina Faso y Nigeria, como en el Cuerno de África, incluidos Somalia, Etiopía, Sudán y Sudán del Sur.
Más de 35 millones de personas mueren de hambre en África Occidental y Central debido a la persistente inseguridad y al aumento de los precios tras la guerra en Ucrania y la COVID-19, según las últimas cifras de las Naciones Unidas (ONU).
Los países del este de África, por su parte, sufren la peor sequía en 40 años, que ha afectado a unos 20,2 millones de niños en Etiopía, Kenia y Somalia, cifra que se ha duplicado en los últimos cinco meses, según la ONU.
“Nos estamos preparando para responder a las posibles emergencias nutricionales que puedan derivarse de esta crisis alimentaria”, dijo.
La organización aún no detecta “situaciones generalizadas de hambre” en un país, sin embargo, advierte sobre “áreas localizadas con indicadores muy alarmantes”.
A finales de septiembre, MSF informó de una crisis de desnutrición “catastrófica” en el noroeste de Nigeria, una zona que suele ser atacada por hombres armados.
La organización no gubernamental (ONG) subrayó que muchas de estas crisis humanitarias se ven exacerbadas por conflictos, como la guerra entre el gobierno federal etíope y la provincia norteña de Tigray -que llegó a un acuerdo de paz el 2 de noviembre tras dos años de combate-. y el terrorismo en el norte de Mozambique.
— NNN-ANGOP