WASHINGTON, 7 de febrero (NNN-AGENCIAS) — El alcalde de Ottawa, Jim Watson, declaró el estado de emergencia en respuesta a las protestas contra las restricciones anti-COVID-19 que llevaron a la ocupación y paralización de la capital, con vehículos y tiendas de campaña bloqueando las calles.
El primer ciudadano de la ciudad admitió que la situación está fuera de control, con un número de manifestantes muy superior al de la policía, y cree que las protestas suponen una amenaza para la seguridad de los residentes.
“La situación ahora está completamente fuera de control porque son los manifestantes los que hacen la ley”, admitió.
“Estamos perdiendo la batalla… debemos recuperar nuestra ciudad”, agregó, considerando “inaceptable” el comportamiento de la multitud que bloquea las calles y toca la bocina.
Los manifestantes, que protestan desde hace una semana, prometieron continuar con la ocupación hasta que se levanten las medidas anti-COVID-19.
En una reunión de emergencia, el jefe de policía de Ottawa, Peter Sloly, denunció que no tiene los medios suficientes para poner fin a lo que llamó un “estado de sitio” y pidió “recursos adicionales”.
Frente a la tensa situación estaban llegando unos 250 agentes de la gendarmería real, una fuerza policial federal. La protesta, desencadenada por camioneros contra la exigencia de vacunas para quienes cruzan la frontera con Estados Unidos, involucra a otras ciudades canadienses, como Toronto y Quebec.
— NNN-AGENCIAS