TRÍPOLI, 1 de noviembre (NNN-AGENCIAS) — Un centenar de vacacionistas europeos emprendieron un inédito periplo por las inmensas extensiones del desierto libio. Se trata del grupo de viajeros extranjeros más importante en visitar el país en casi diez años.
Las sirenas de la policía retumbaron en la ciudad fortificada de Gadamés, abriendo paso a decenas de voluminosos 4×4 que transportaban a turistas italianos, franceses, islandeses o suizos, dice France 24 en una publicación reciente.
Igual que otras ciudades libias, este oasis construido en medio de un palmeral no había recibido a grupos de turistas desde 2012, debido al caos que siguió a la caída del gobierno de Muamar Gadafi en 2011.
Ali el-Kouba, que dirige una agencia de viajes privada, organizó este “road-trip” para “acabar con el muro de miedo de los numerosos admiradores del Sáhara libio”, dice a la AFP.
Apoyado por las autoridades, que garantizan la seguridad del circuito y suministran policías para escoltar el convoy, Kouba “ofreció” el viaje a un centenar de turistas europeos, muchos de ellos aguerridos aventureros que ya conocían el país.
Gadamés, conocida como la “perla del desierto”, es una de las más antiguas ciudades de la región presahariana.
Con sus aparatos de fotos y sus “smartphones”, los visitantes recorrieron en grupo la medina de la antigua localidad caravanera, con sus laberínticas callejuelas pintadas con cal, sus tiendas de artesanía y sus tradicionales moradas, reforzadas con troncos de palmera.
En la parte moderna de esta localidad inscrita en el patrimonio mundial de la Unesco, una elegante mezquita con dos minaretes se eleva frente a señoriales casonas, de color ocre y adornadas con cuernos blancos, retomando así los elementos arquitectónicos típicos de la ciudad vieja.
El turismo, sector minoritario en un país donde la paz es frágil y la economía está dominada por los hidrocarburos, vivió una tímida apertura en los años 2000.
— NNN-AGENCIAS
