KABUL, 15 de agosto (NNN-AGENCIAS) — El portavoz talibán Zabihullah Mujahid dijo en su cuenta de Twitter que el movimiento había reforzado su control sobre la ciudad de Trin Kot, el centro del estado de Uruzgan, confirmando la rendición del gobernador del estado y el jefe de policía local a los militantes. También se supo de la caída de los centros de los estados de Ghor, Zabul y Luke, ubicado al sureste de Kabul.
Los talibanes arrestaron a varios funcionarios durante su progreso, incluido el líder, Muhammad Ismail Khan, gobernador del estado de Herat.
En la frontera entre Afganistán y Pakistán, cientos de afganos siguen varados y se les impide cruzar.
El presidente afgano Ashraf Ghani dijo el sábado que su país atraviesa una etapa difícil e indicó que hay pasos para reorganizar las fuerzas de seguridad.
Ghani, que comentaba el avance de los talibanes hacia Kabul, también indicó que no permitiría que “la guerra impuesta a nuestro país provoque más muertes y destrucción”, y reveló que ha realizado consultas con socios internacionales sobre la situación en Afganistán”.
El viernes, las fuerzas paquistaníes se enfrentaron con cientos de afganos varados en el cruce Shaman Sabine después de que fuera cerrado por militantes talibanes.
En el aeropuerto de Kabul, miles de afganos y de otras personas huyen del país para escapar de las continuas batallas y la expansión del control de los talibanes sobre un gran número de estados.
El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció el sábado, que el secretario de Estado Anthony Blinken discutió con su homólogo kazajo, Mukhtar Tiloberdi, mediante una llamada telefónica, la situación en Afganistán.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, anunció la llegada del primer batallón de marines a Kabul, y agregó que “otro batallón llegará el próximo domingo”.
Además, la embajada de Estados Unidos ordenó a sus empleados que destruyeran documentos confidenciales y símbolos estadounidenses cuando los talibanes se acercaran a la capital afgana.
Por su parte, el gobierno del Reino Unido anunció el inicio de una operación militar para apoyar la evacuación de los ciudadanos británicos.
El ministro de Defensa británico, Ben Wallace, dijo el viernes que “Afganistán se encamina hacia una guerra civil y que Occidente debe comprender que los talibanes no son una entidad única, sino el nombre de un gran número de intereses en competencia”.
Dinamarca y Noruega también anunciaron que cerrarán temporalmente sus embajadas, mientras que Finlandia y Francia evacuarán a varios miembros del personal diplomático.
El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, dijo que su país reduciría al mínimo el número de personal de su misión. Por su parte, el canciller danés conminó a sus connacionales en Afganistán a abandonar el país de inmediato. La canciller sueca manifestó que su país también reducirá su presencia diplomática en el país.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió que la comunidad internacional no reconocería a los talibanes como una autoridad legítima en Afganistán si tomaban el poder por la fuerza.
Después de una reunión de miembros de la OTAN para discutir la situación, Stoltenberg expresó la grave preocupación de la organización por el aumento de la violencia en ese país como resultado del avance militar de los talibanes, incluidos ataques contra civiles, asesinatos selectivos e informes de otras graves violaciones de derechos humanos.
Por otro lado, el canciller ruso Sergei Lavrov culpó a Estados Unidos por la situación en Afganistán.
En este sentido, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, anunció que la situación en Afganistán está fuera de control, pidió a los talibanes que detuvieran su ofensiva de inmediato, y a las partes que detuvieran los combates y reanudaran las negociaciones para llegar a una solución política que evite el estallido de una guerra civil a largo plazo. Guterres amenazó con castigar a quienes violen los derechos humanos en ese país.
Anteriormente, un funcionario de defensa estadounidense anunció que “los combatientes talibanes pueden aislar la capital afgana, Kabul, del resto del país dentro de 30 días, y pueden controlarla dentro de 90 días”, según una evaluación de inteligencia citada por Reuters.
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