La pandemia de COVID-19 ha aumentado la pobreza extrema en Zimbabue

HARARE, 22 de junio (NNN-AGENCIAS) — El número de zimbabuenses en pobreza extrema ha llegado a 7,9 millones, ya que la pandemia ha provocado otro impacto económico en el país.

Según el informe de actualización económica y social del Banco Mundial, casi la mitad de la población de Zimbabwe cayó en la pobreza extrema entre 2011 el año pasado, y los niños fueron los más afectados por la miseria.

“Se espera que el número de personas en pobreza extrema se mantenga en 7,9 millones en 2021 en medio de precios elevados continuos y una lenta recuperación de empleos y salarios en los sectores formal e informal”, según el informe.

“Dadas las limitadas redes de seguridad social para proteger a un gran número de pobres, es probable que los hogares recurran a estrategias de supervivencia negativas, renuncien a la atención médica formal porque no pueden pagar los servicios y que mantengan a los niños fuera de la escuela para evitar los costos de educación, como las tasas escolares, los uniformes y los libros de texto”.

La pandemia sumó 1,3 millones de zimbabuenses al número de personas en situación de pobreza extrema debido a la pérdida de empleos e ingresos en las zonas urbanas.

Según el Banco Mundial, los “extremadamente pobres” se definen como las personas que viven por debajo del umbral de pobreza alimentaria de 29,80 dólares estadounidenses (21 libras esterlinas) por persona al mes.

Los que viven por debajo de este umbral se duplicaron de tres millones en 2011 a 6,6 millones en 2019, nunca registradas en las áreas rurales.

La pobreza infantil ha aumentado exponencialmente y las agencias humanitarias están registrando altos niveles de desnutrición y retraso en el crecimiento.

“Debido a los choques económicos y climáticos, la pobreza aumentó drásticamente y la pobreza extrema alcanzó el 42 % en 2019, frente al 30 % en 2017. Casi el 90 % de los pobres extremos vivían en áreas rurales y 1,6 millones eran niños”, dijeron.

El aumento de los precios de los combustibles y los alimentos ha afectado a los pobres, y se estima que el maíz y la harina de maíz por sí solos han elevado la pobreza extrema en dos puntos porcentuales entre mayo y diciembre de 2019.

“Según la encuesta, en julio de 2020, cerca de 500 000 hogares tenían un miembro que había perdido su trabajo desde el inicio de la pandemia, empeorando la difícil situación y forzando a más hogares a sufrir de forma intermitente o prolongada.

Si bien los salarios cayeron, el 23 % de las personas más pobres, que trabajaban antes de la pandemia habían perdido suspuestos en junio de 2020, lo que agrega miles a las cifras de desempleo.

“Entre los no pobres, esta cifra también fue alta, del 20 %. La proporción de hogares afectados por la pérdida de puestos de trabajo es aproximadamente la misma tanto para unos como para otros”, dice el informe.

Sin embargo, a pesar de la incertidumbre sobre una tercera ola de la COVID-19, el Banco sugirió que Zimbabue podría tener un repunte económico en 2022 con una cosecha abundante que se espera que garantice que la mayoría de las familias rurales tengan suficiente para comer y lleve la economía a un crecimiento del 3,9 %.
— NNN-AGENCIAS

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