CIUDAD DE MÉXICO, 20 de junio (NNN-AGENCIAS) — La actividad económica en México creció casi 25% anual en mayo pasado, el nivel más alto desde que se tiene registro, de acuerdo con un informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El reporte señaló basado en el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), que sirve de fundamento para medir el Producto Interno Bruto (IPIB) tuvo un incremento del 24,8% respecto al mismo mes del año anterior.
Se trata del tercer crecimiento anual consecutivo de la actividad económica y el más alto desde en la historia, que contrasta con la caída de 22,56% ocurrido en mayo de 2020, al inicio de la pandemia de COVID-19 en México, cuarto país con mayor mortalidad por el nuevo coronavirus en el mundo.
El repunte anual en mayo para las actividades secundarias (industriales) fue aún mayor, es decir, 36,4%, aunque menor para el sector terciario (servicios), de apenas 19,8%.
México, la segunda economía más grande de América Latina, registró una caída del 8,5% en el Producto Interno Bruto (PIB), a consecuencia del largo confinamiento por la pandemia, que registra a la fecha 21 semanas de estabilidad, aunque en seis de los 32 estados se registra un pequeño repunte de contagios.
México, uno de los más países con mayor letalidad por COVID-19 y también líder mundial en contagios entre personal sanitario, contabiliza hasta ahora más de 230.000 fallecimientos y casi 2,5 millones de infecciones.
Los resultados promisorios sobre el crecimiento económico en mayo muestran que el sistema financiero “ha mostrado resiliencia a más de un año del inicio de la pandemia, señaló el Banco de México (Banxico, central).
Sin embargo, el organismo autónomo del Estado alertó sobre la persistencia de “riesgos hacia adelante que podrían intensificarse y afectar su buen funcionamiento.
En un “Reporte del Estabilidad Financiera” recién difundido, señaló que entre los peligros que gravitan en el país figura la posibilidad de que “las condiciones financieras globales se tornen más restrictivas y volátiles, por un aumento mayor a lo anticipado en las tasas de interés y la inflación en algunas economías avanzadas”.
Otras piedras en el camino que se avizoran son “una recuperación de la economía global con mayor heterogeneidad entre sectores y países, así como la debilidad prolongada de la demanda interna en México y reducciones en la calificación soberana y de Pemex”, el gigante petrolero gubernamental.
De acuerdo con la autoridad monetaria, un aumento mayor al previsto en la inflación podría “detonar un retiro anticipado de los estímulos monetarios en algunas economías”.
Además, advirtieron sobre un eventual “endurecimiento de las condiciones financieras” que podría elevar “los costos de financiamiento de las empresas, hogares y gobiernos, afectando la recuperación económica, principalmente en economías emergentes”.
El riesgo está asociado al incremento en la inflación: hemos visto que los precios de diversas materias primas industriales, alimenticias y de un amplio tipo, inclusive de bienes intermedios, han venido presionando” a los precios.
El gobernador de Banxico, Alejandro Díaz, sostuvo que uno de los retos actuales es que no se produzca “una volatilidad considerable en los mercados financieros”, principalmente Estados Unidos.
Jorge Gordillo, director de análisis y estrategia de CIBanco, indicó que la posible volatilidad en los mercados globales, reflejaría el inminente fin de los estímulos fiscales de las economías más avanzadas, principalmente Estados Unidos, además de alzas anticipadas en las tasas de interés.
Jacobo Rodríguez, director de análisis bursátil de BW Capital, apuntó que la recuperación económica se ha dado, en gran medida, gracias a los estímulos monetarios por parte de diversos bancos centrales.
Ello favoreció “un financiamiento muy barato de la recuperación, pero las presiones inflacionarias de los últimos meses ponen en riesgo que se llegue a encarecer”.
Además, Rodríguez aconsejó “estar atentos a riesgos geopolíticos que pudieran inyectar nerviosismo”.
— NNN-AGENCIAS