EL CAIRO, 20 de enero (NNN-PRENSA LATINA) — Egipto confirmó 878 nuevos casos de COVID-19 en medio de una segunda ola de la pandemia, cantidad con la que suman hasta el martes 157 mil 275 las infecciones detectadas desde el inicio de brote en febrero.
Según el balance más actualizado de la cartera ocho mil 638 pacientes fallecieron en estos 11 meses, período en el que 123 mil 491 personas lograron recuperarse.
Tras un declive en los contagios durante agosto, septiembre y octubre, Egipto constató un repunte al contabilizar hasta más de mil contaminados por jornada en los meses de noviembre y diciembre, puntualizó Ahram on line.
En enero los números resultantes de las pesquisas diarias han rondado esa cantidad, aunque la ministra de Salud -Hala Zayed- admitió que las cifras reales de infectados podrían ser muy superiores a las informadas oficialmente debido a que algunas personas prefieren esperar en casa por una mejoría sin notificar la dolencia en la red asistencial.
En busca de una estrategia proactiva equipos médicos recorren las gobernaciones más afectadas por la Covid-19 para dar seguimiento a enfermos con síntomas leves, quienes permanecen en aislamiento domiciliario.
La pandemia golpeó también a los sanitarios pues 327 galenos murieron a causa del grave padecimiento, de acuerdo con datos del gremio publicados por Ahram on line.
El país norafricano recibió dosis de la vacuna china producida por la farmacéutica Sinopharm, las cuales están destinadas a proteger al personal que combate la pandemia en primera línea, ancianos y ciudadanos incluidos en los grupos más vulnerables.
Tal proceso de inoculación comenzará de forma paulatina en febrero, adelantó Zayed.
Posteriormente deberán llegar a Egipto lotes con la vacuna obtenida por la compañía británica AstraZeneca y la Universidad de Oxford, aseguraron funcionarios gubernamentales.
De momento el Gobierno descarta confinamientos y apela a medidas puntuales como la suspensión de las clases en todos los niveles de enseñanza.
Mezquitas e iglesias siguen abiertas pero bajo normas preventivas, y el uso de mascarillas es obligatorio por decreto.
Dado los incumplimientos el primer ministro, Mostafa Madbouly, pidió cero tolerancia con quienes salgan de casa sin barbijos que de ser sorprendidos deberán pagar multas de forma inmediata.
— NNN-PRENSA LATINA
