Unicef señala riesgos para 250 mil niños en Mozambique

MAPUTO, 23 de diciembre (NNN-PRENSA LATINA) — El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) señaló el martes que 250 mil niños mozambiqueños son víctimas de la violencia en la norteña provincia de Cabo Delgado y corren riesgos mortales.

Ante la proximidad de la temporada de lluvias, aumentan las amenazas de desnutrición y la probabilidad de contraer enfermedades con peligro para la vida, juzgó el organismo internacional.

Según estimaciones de Naciones Unidas, acciones terroristas en el norte de Mozambique, especialmente en el territorio de Cabo Delgado, provocaron ya el desplazamiento interno de más de medio millón de personas y alrededor del 50 por ciento son menores de edad.

Unicef confirmó el martes su especial preocupación por el deterioro de los servicios de agua potable, saneamiento e higiene; esas prestaciones básicas pueden resultar insuficientes para satisfacer las crecientes necesidades de los niños y las familias en los centros de alojamiento temporal superpoblados y en las comunidades de acogida.

Estos servicios deben fortalecerse y ampliarse con urgencia para prevenir el brote de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera, y una mayor propagación de la COVID-19, indicó el análisis.

En menos de dos años, los niños y las familias de Cabo Delgado enfrentaron un ciclón devastador, inundaciones, sequías y dificultades socioeconómicas relacionadas con el conflicto y la pandemia, dijo la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore.

Según opinó, las condiciones en la provincia tienden a deteriorarse aún más con el inicio de la época lluviosa; de tal forma, los sistemas de agua, saneamiento y atención médica están bajo una presión cada vez mayor.

Problemas de salud como la diarrea, de fácil prevención y tratamiento, indicó Unicef, pueden ser mortales para los menores desplazados que no tienen acceso a agua potable y saneamiento adecuado; esto es especialmente cierto para quienes tienen manifestaciones de malnutrición.

Dos de cada cinco niños de la provincia de Cabo Delgado padecen desnutrición crónica y se detectan más casos de desnutrición aguda severa entre la población desplazada, expuso la agencia de Naciones Unidas.

Al decir de la fuente, Unicef está ampliando su respuesta de agua y saneamiento y apoyando a los equipos móviles de salud en sus visitas a las comunidades y los centros de alojamiento para evaluar el estado nutricional de los infantes y proporcionar ayuda.

De acuerdo con el pronunciamiento, los menores desplazados son especialmente vulnerables; algunos pueden haber perdido el contacto con sus familias o encontrarse en situaciones de alto riesgo asociadas, además, a la violencia física y psicológica.
— NNN-PRENSA LATINA

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