Gobierno y grupo de guerrillas sudanesas firman acuerdo de paz

JARTUM, 3 de octubre (NNN-AGENCIAS) — El Gobierno y un grupo de guerrillas sudanesas firman el sábado un acuerdo final de paz, luego de meses de gestión y activa mediación de Sudán del Sur.

Sin embargo, de acuerdo con expertos, persiste la incertidumbre sobre la rápida consolidación del programa de distensión que sucederá a la rúbrica, considerada histórica por la prensa africana.

El plan de las negociaciones le concedió un espacio a la razón tras años de guerra que enfrentó a Jartum con los grupos rebeldes de Darfur, Kordofán y Nilo Azul.

Tal acercamiento creó una plataforma que posibilitará en lo adelante abordar cuestiones más allá del conflicto bélico como los temas de la pobreza y el abandono social, que demandan sectores sociales en el país africano.

En agosto se adoptó la versión más acabada del documento, pese a detalles menores –aunque no insustanciales– como el hecho de que algunos delegados rechazaron la presencia en las pláticas del general Mohamed Hamdan Dagalo (Hemeti) por su relación con las facciones paramilitares del yanyauid o jinetes armados.

Hubo dos grupos insurgentes que rechazaron la asistencia en el proceso conciliatorio de Hemeti, jefe de las denominadas Fuerzas de Apoyo Rápido, a las que los rebeldes acusan de cometer atrocidades en la región de Darfur durante un conflicto que causó unos 300 mil muertos, según ONU.

Las guerrillas que firmaron en agosto el pacto fueron el Movimiento de Justicia e Igualdad y el Ejército de Liberación de Sudán de Minni Minawi, de Darfur, y el Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán-Norte de Malik Agar, de Kordofán del Sur y Nilo Azul.

En el caso de Darfur, la guerra se desató en 2003 y enfrentó a grupos rebeldes locales, compuestos principalmente por efectivos armados de tribus agrícolas africanas (milicias) y fuerzas gubernamentales, y causó unos 2,5 millones de desplazados. En Kordofán del Sur y Nilo Azul se lucha desde el 2011.

Además, otras dos agrupaciones más pequeñas, el Movimiento del Consejo de Transición y la Coalición del Movimiento de Liberación de Sudán se unieron al debate, cuyo colofón fue la versión más elaborada y casi conclusiva del Acuerdo firmado el pasado 31 de agosto.

Con posterioridad, los mediadores sursudaneses confirmaron que se laboraba en ajustes de la documentación e indicaron la fecha para la celebración de la ceremonia final, la cual deberá cerrar el capítulo de las negociaciones y abrirá la implementación de lo pactado.

‘La firma del acuerdo final de paz entre el Gobierno y el Frente Revolucionario de Sudán –alianza que aglutina a los principales grupos rebeldes de las tres regiones– tendrá lugar el 3 de octubre en Juba’, anunció Tut Galtuak, facilitador del proceso por Sudán del Sur, país que desde 2019 asumió el papel de mediador.

No obstante, existen actitudes disonantes en el coro que generan desconcierto: uno es el ataque rechazado por tropas nacionales perpetrado por el Ejército de Liberación de Sudán, Abdul Wahid Mohamed al Nur, en Darfur del Sur, grupo que no firmó el acuerdo de paz.

‘A la luz del alto el fuego y el compromiso de las fuerzas armadas con el (acuerdo de paz), los afiliados al Movimiento del Ejército de Liberación de Sudán, el ala de Abdul Wahid Muhammad Nur, atacaron a nuestras fuerzas en el área de Baldong en Jebel Marra’, expusieron las fuerzas armadas que obligaron huir a los agresores.

Mohamed al Nur, quien reside en el exterior, no participó en las negociaciones de paz entre el gobierno sudanés y los movimientos rebeldes.

Otro ejemplo de acciones que al menos indirectamente pueden incidir en la ejecución normal del proceso de paz subsiguiente son las manifestaciones contra el gobierno del primer ministro Abdullah Handok, al que responsabilizan con el deterioro de las condiciones económicas del país.

Tanto el ataque ocurrido en Darfur como las demostraciones callejeras pueden afectar la transición sudanesa en la percepción de observadores y políticos africanos, pero, de hecho, no se espera que la incertidumbre ahogue definitivamente el empeño de avanzar en la paz y en el mejoramiento socioeconómico que se requiere.
— NNN-AGENCIAS

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