Costa Rica reportó más de ocho mil nacimientos en menores de 19 años

SAN JOSÉ, 26 de septiembre (NNN-PRENSA LATINA) — Costa Rica reportó ocho mil 41 nacimientos en niñas y adolescentes de 19 años o menos y en mil 420 de esos casos ya tenían otro hijo, reveló el viernes una fuente oficial.

A propósito del Día Mundial de la Prevención del Embarazo en la Adolescencia, a celebrarse mañana, el Sistema de información estadística sobre nacimientos en niñas y adolescentes en Costa Rica refleja un disminución en los nacimientos generados por niñas menores de 15 años y de esa edad a 19 años entre los años 2000 y 2019.

Si el pasado año ocurrieron cinco nacimientos a la semana en niñas de 14 años o menos, lo que representó 264 nacimientos en 2019, esa cifra es inferior a los 611 registrados en 2000, cuando eran 12 a la semana.

Asimismo, en 2000 contabilizaron 15 mil 999 nacimientos (un 20,5 del total) en adolescentes de 15 a 19 años, mientras en 2019 fueron siete mil 776, un 12.1 por ciento del total y alrededor de 21 nacimientos al día.

También, un 29 por ciento de niñas-madres de 14 años o menos tenían la primaria incompleta o no habían asistido a educación formal en el 2019, un 30 por ciento de ellas dedicadas a los oficios domésticos y no a estudiar, y un 4,9 por ciento de esos nacimientos fueron producto de relaciones impropias.

Además, en el 86,7 por ciento no se registró la edad padre o no se declaró al padre, lo cual podría estar ocultando las relaciones abusivas y de poder que viven las niñas y adolescentes con hombres adultos en esta nación centroamericana.

En su mensaje con motivo de la efemérides el director de la Oficina Regional del Fondo de Población de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe, Harold Robinson, afirmó que ‘la maternidad es un motivo de celebración y realización para muchas mujeres. Sin embargo, hay un momento para ser madre. La adolescencia no es el momento adecuado’.

Apuntó que la maternidad en la adolescencia, en la mayoría de los casos trae consecuencias negativas e irreversibles; todo el proyecto de vida de la adolescente cambia, su dependencia económica aumenta y sus perspectivas educativas y laborales se evaporan.

Todos —autoridades, asociados regionales, sociedad civil, sector privado, social, educativo y sanitario, comunidades y padres— debemos sumarnos de manera urgente hacia la aceleración del progreso para la reducción del embarazo adolescente, puntualizó.

Concluyó que ‘nuestras niñas y adolescentes necesitan que las apoyemos y les ofrezcamos oportunidades reales. Ellas, como todos, merecen gozar del ejercicio pleno de sus derechos y libertades fundamentales’.
— NNN-PRENSA LATINA

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