PANAMÁ, 2 de enero (NNN-PRENSA LATINA) — Decepcionados trabajadores panameños lanzan críticas contra el gobierno por el ajuste promedio de 3,3 por ciento al salario mínimo que regirá desde el 15 de enero en el país.
Previo al anuncio, el presidente panameño Laurentino Cortizo, justificó la decisión por la necesidad de ser responsables como Gobierno a la hora de determinar un aumento y afirmó que ‘me gustaría darlo, pero no es posible. De nada vale tener un aumento enorme, si ponemos en riesgo los trabajos que ya existen’, señaló antes de anunciar el monto.
‘Nos sentimos totalmente decepcionados’, dijo a periodistas Eduardo Gil, representante del Consejo Nacional de los Trabajadores Organizados (Conato) ante la mesa negociadora del salario mínimo, y la calificó de ‘burla del gobierno’, el cual cedió completamente a las aspiraciones de los empresarios, afirmó.
En el caso de los bananeros, que recibieron el mayor aumento porcentual (ocho), el resultado final es que provocará mayores niveles de pobreza en la región de Changuinola, mientras que las empresas agroexportadoras, como la transnacional Chiquita Brands, se seguirán llevando los millones, denunció.
Bajo el título ‘El peor ajuste salarial de la historia’, Conato emitió un comunicado donde calificó el aumento de indignante y un agravio para la vida de la población trabajadora y como ejemplo puso que en algunos sectores es de apenas dos centavos de dólar por hora, como la agricultura y pesca.
Por su parte, el gremialista Saúl Mendez opinó en un video publicado en redes sociales que mientras esto ocurre con la clase obrera y esos ‘salarios de hambre’, la economía crece y los empresarios se hacen más millonarios, acumulan mayor riqueza, pagan menos impuestos, e insistió en el enriquecimiento permanente de ‘115 familias ultramillonarias’.
Méndez, líder del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares, analizó que los ingresos de la familia obrera no alcanzan para la canasta básica, sino apenas para una parte de los alimentos y denunció que el gobierno actual lo que muestra es una clara parcialización con los empresarios.
Pero tampoco los patronos están complacidos con la decisión gubernamental, como lo expuso a la prensa Julio de la Lastra, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), quien advirtió del ‘efecto cascada’ de la medida, al augurar que podría generar desempleo.
Ciertamente los valores de desempeño de la economía nacional ‘no ameritan ningún tipo de incremento’, opinó al ofrecer cifras de crecimiento por debajo de las oficialmente informadas y criticó el método de hacer ajustes salariales cada dos años.
En respuesta a tales imputaciones, la economista Maribel Gordón denunció en Radio Panamá que el sector empresarial cada fin de año hace despidos masivos como amenaza, y los cesantes nada tienen que ver con los ajustes en discusión bajo la excusa de ‘competitividad’.
— NNN-PRENSA LATINA
Por Osvaldo Rodríguez Martínez
