KUALA LUMPUR, 9 dic (NNN-BERNAMA) — Malasia ha condenado enérgicamente la entrada forzosa por parte de las fuerzas israelíes en las instalaciones de la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA) en la Jerusalén Oriental ocupada el 8 de diciembre.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, conocido como Wisma Putra, declaró que esto incluye la confiscación ilegal de bienes de las Naciones Unidas (ONU) y la retirada de la bandera de la ONU.
“La acción de Israel constituye una flagrante violación del derecho internacional, incluida la Carta de las Naciones Unidas, la Convención de las Naciones Unidas sobre Privilegios e Inmunidades de 1946 y las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas relacionadas con la protección del personal de las Naciones Unidas y las operaciones humanitarias, como lo reafirma la Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia del 22 de octubre de 2025”, declaró el ministerio en un comunicado el martes.
Wisma Putra afirmó que la UNRWA sigue siendo un recurso vital indispensable para millones de personas en el Territorio Palestino Ocupado y para los refugiados palestinos, y Malasia considera cualquier intento de obstruir, deslegitimar o desmantelar sus operaciones como legalmente indefendible y moralmente inaceptable.
Desde su creación, la UNRWA ha atendido a más de 5,9 millones de refugiados palestinos en todo Oriente Medio, proporcionándoles servicios esenciales de educación, atención médica y ayuda humanitaria, especialmente en medio de la escalada de hostilidades.
“Malasia insta a la comunidad internacional a exigir responsabilidades a Israel por sus persistentes violaciones del derecho internacional”, añadió el ministerio.
El lunes, Anadolu Agency (AA) informó que la policía israelí irrumpió en la sede sellada de la UNRWA en el barrio de Sheikh Jarrah, en Jerusalén Oriental ocupada.
La Gobernación de Jerusalén, afiliada a la Autoridad Palestina, declaró que las fuerzas policiales allanaron la sede, detuvieron a los guardias de seguridad y confiscaron sus teléfonos.
— NNN-BERNAMA
