GINEBRA, 6 dic (NNN-UNIS) — La creciente resistencia a los medicamentos antipalúdicos y una brecha crítica de financiación amenazan con revertir décadas de progreso en la lucha contra la malaria, advirtió el jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Informe Mundial sobre la Malaria 2025.

La enfermedad, prevenible y curable, sigue cobrando cientos de miles de vidas anualmente, concentrándose el 95% de los casos y muertes en África, principalmente entre niños menores de cinco años y mujeres embarazadas.
Según el informe, en 2024 se registraron 282 millones de casos y 610.000 muertes por malaria, lo que representa un ligero aumento respecto al año anterior. A pesar de este panorama, los esfuerzos globales desde el año 2000 han evitado 2.300 millones de casos y salvado 14 millones de vidas.
Uno de los hallazgos más alarmantes es la confirmación o sospecha de resistencia a los medicamentos basados en artemisinina —tratamiento estándar recomendado por la OMS— en ocho países. Esta farmacorresistencia, sumada a parásitos que evaden los tests de diagnóstico rápido, representa uno de los riesgos más graves para el control de la enfermedad.
“La malaria sigue siendo prevenible y tratable, pero estas características podrían no durar para siempre”, advirtió el Dr. Martin Fitchet, Director Ejecutivo de Medicines for Malaria Venture, durante la presentación del informe. “Las alarmas vuelven a sonar con el creciente número de mutaciones resistentes que surgen en el continente africano”.
El informe destaca una insuficiencia crónica de fondos. En 2024, la inversión global contra la malaria fue de 3.900 millones de dólares, menos de la mitad del objetivo de 9.300 millones establecido para 2025. Esta brecha se agrava por una disminución del 21% en la Ayuda Oficial al Desarrollo de países ricos.
“Sin una mayor inversión, se corre el riesgo de un resurgimiento masivo e incontrolado de la enfermedad”, subraya el documento.
El informe también registra avances: 47 países han sido certificados como libres de malaria, incluidos Egipto y Timor Oriental en 2025. Además, se están desplegando nuevas herramientas como mosquiteros de última generación, vacunas y regímenes de quimioprevención.
Sin embargo, surgen nuevas amenazadas como la propagación del mosquito Anopheles stephensi a nueve países africanos, lo que incrementa el riesgo de transmisión urbana de malaria.
El Dr. Fitchet hizo un llamado urgente a “aumentar el alcance y la coordinación de la vigilancia” e “invertir con valentía en la innovación de la próxima generación de medicamentos”. Instó a forjar alianzas amplias que incluyan a la industria, agencias globales, academia, sociedad civil y comunidades.
“La complejidad y magnitud del desafío implican que ninguna herramienta o actor puede tener éxito por sí solo”, concluyó.
— NNN-UNIS
