LIMA, 28 nov (NNN-PRENSA LATINA) — La Corte Suprema de Perú sentenció al expresidente Pedro Castillo a 11 años, 5 meses y 15 días de prisión por conspiración para la rebelión tras su intento de disolver el Congreso e imponer un gobierno excepcional el 7 de diciembre de 2022.

La jueza suprema Norma Carbajal señaló que Castillo cometió un acto inconstitucional al anunciar la disolución del Parlamento sin seguir los procedimientos legales, lo que constituyó un intento de “suprimir el régimen democrático”. La Sala Penal Especial descartó el cargo de rebelión plena, que conllevaba hasta 25 años, al considerar que no hubo un alzamiento armado efectivo, ya que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional rechazaron respaldarlo.
Castillo fue absuelto de los cargos de abuso de autoridad y perturbación de la tranquilidad pública. Sin embargo, se le impuso una inhabilitación de dos años para ejercer cargos públicos. Durante la audiencia, calificó el proceso como un “juicio político”, mientras sus simpatizantes protestaban afuera del penal Barbadillo, donde cumple prisión preventiva desde 2022.
El exmandatario, quien también enfrenta otras investigaciones por corrupción, había acumulado 18 meses de prisión preventiva antes de la sentencia, extendida otros 18 meses en julio de 2024 por “peligro de fuga”.
Varios exfuncionarios fueron condenados: Betssy Chávez y Willy Huerta recibieron la misma pena que Castillo; Aníbal Torres fue sentenciado a 6 años y 8 meses, con pena suspendida por razones de edad avanzada.
Con esta condena, Castillo se une a una lista de expresidentes peruanos sancionados: Alberto Fujimori (25 años), Alejandro Toledo (20 años y 6 meses), Ollanta Humala (15 años) y Martín Vizcarra (14 años).
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