NUEVA YORK, 1 nov (NNN-UNIS) — El Secretario General de la ONU, António Guterres, expresó su “extrema preocupación” por la operación policial más letal en la historia de Río de Janeiro, que dejó 121 muertos el martes 28 de octubre en las comunidades del Complejo del Alemán y la Penha.

Guterres, a través de su portavoz Stephane Dujarric, exigió una investigación inmediata, independiente y efectiva sobre los hechos, destacando que el uso de la fuerza por parte de las autoridades debe alinearse con los estándares internacionales de derechos humanos.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Turk, solicitó una “reforma integral de los métodos policiales en Brasil”, señalando que “la alta letalidad asociada a las operaciones policiales ha sido normalizada durante décadas”.
La operación, realizada con el objetivo de cumplir cerca de 100 órdenes judiciales contra supuestos miembros del Comando Rojo, dejó 117 civiles y 4 policías fallecidos, además de 81 personas detenidas.
Turk enfatizó que “Brasil necesita romper el ciclo de brutalidad extrema”, especialmente en Río de Janeiro, donde las operaciones con altas tasas de mortalidad afectan desproporcionadamente a la población afrodescendiente.
Según datos internacionales, unos 5.000 afrodescendientes pierden la vida cada año a manos de la policía en Brasil, siendo los jóvenes negros de áreas empobrecidas los principales afectados.
“Abordar el racismo sistémico es fundamental”, afirmó Turk, quien exigió que cualquier uso de fuerza potencialmente letal cumpla con los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y no discriminación.
La ONU instó a las autoridades brasileñas a garantizar justicia y transparencia en este caso, que ha generado protestas masivas y conmoción internacional.
— NNN-UNIS
