Por Syarifah Hunaini Syed Ismail
KUALA LUMPUR, 30 oct (NNN-BERNAMA) — El apoyo del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a la candidatura de Malasia para unirse a los BRICS, el grupo de países del Sur Global, como miembro pleno, representa un hito diplomático significativo y un posible punto de inflexión en la participación económica global del país.

El apoyo de Brasil se produce tras el firme respaldo de China y Sudáfrica a la candidatura de Malasia como miembro pleno, cuando estos miembros fundadores originales de los BRICS asistieron a la 47.ª Cumbre de la ASEAN y Cumbres Relacionadas celebradas recientemente en Kuala Lumpur.
Brasil y Sudáfrica fueron invitados personalmente por el primer ministro Datuk Seri Anwar Ibrahim, ya que Malasia fue el país anfitrión y presidente de la ASEAN 2025.
BRICS son las siglas de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Durante su visita inaugural a Malasia para la cumbre, Lula dejó claro que Brasil apoya firmemente la aspiración de Malasia de convertirse en miembro pleno de este bloque cada vez más influyente.
Para Malasia, que actualmente solo es país socio del bloque BRICS, este respaldo representa tanto reconocimiento como una oportunidad.
El Dr. Anthony Dass, asesor económico sénior de KSI Research and Advisory Services, afirmó que una mayor integración con el BRICS podría generar amplios beneficios económicos. «Al integrarse con los BRICS, Malasia puede aprovechar la creciente demanda de las economías del BRICS y atraer posibles flujos de inversión de los países miembros», declaró a Bernama.
También destacó el potencial de un mayor acceso a mercados clave y un aumento de la inversión en sectores como la manufactura y la infraestructura a través de la membresía plena.
La declaración de Lula se alinea con el objetivo más amplio del BRICS de fomentar la cooperación económica entre las economías emergentes y diversificar el comercio mundial más allá de los sistemas dominados por Occidente.
Además de Lula, el viceprimer ministro ruso, Alexey Overchuk, también expresó su apoyo, afirmando que Malasia cumple con los criterios para convertirse en miembro pleno del bloque BRICS. Overchuk indicó que los países miembros del BRICS han estado debatiendo la intención de Malasia de unirse al grupo y consideran que las políticas y la visión del país están bien alineadas con sus valores y objetivos fundamentales.
Para Malasia, la membresía plena también podría significar una mayor influencia en la configuración del panorama económico mundial, una cooperación Sur-Sur reforzada y nuevas vías para el intercambio de tecnología y capital.
Con una posición estratégica en las rutas marítimas del Sudeste Asiático, una base manufacturera y exportadora consolidada y conexiones con la ASEAN, Malasia constituye un socio valioso para los miembros del BRICS que buscan vínculos comerciales y de inversión en Asia. El país también aporta neutralidad y prestigio como potencia media.
El sector exportador de Malasia, especialmente los componentes electrónicos, el aceite de palma, el caucho y otras materias primas, puede abastecer los mercados del BRICS y viceversa. Dass señaló que también existen perspectivas para la diversificación de mercados.
Al colaborar con los BRICS, Malasia puede reducir su dependencia de unos pocos compradores tradicionales y aprovechar la creciente demanda de las economías del BRICS.
Dass, quien también es director de investigación del consejo asesor del Club Económico de Kuala Lumpur, señaló que los miembros de los BRICS están realizando cada vez más comercio intragrupal, utilizando más sus propias monedas en lugar de depender del dólar estadounidense, lo que otorga mayor independencia al bloque. Sin embargo, todavía no pueden prescindir por completo del sistema estadounidense.
Por ejemplo, indicó que en 2022, el comercio intragrupal de los BRICS superó los 600 mil millones de dólares estadounidenses, pero aún no existe un tratado comercial o de inversión formalizado para todos los BRICS ni un régimen común de aduanas e inversiones que elimine por completo los vínculos con el sistema financiero estadounidense u occidental.
“Se debate sobre sistemas de pago alternativos, pero su implementación aún es débil, y Estados Unidos (y sus sistemas aliados) siguen desempeñando un papel dominante en las finanzas globales, los pagos, la liquidación comercial y las monedas de reserva”, continuó. “Por lo tanto, si bien los BRICS pueden reducir su dependencia con el tiempo, no pueden transitar instantáneamente hacia un sistema completamente independiente”. Reiteró que los BRICS pueden tomar medidas para aumentar el comercio y la inversión dentro de su propio bloque y reducir la dependencia de Estados Unidos y los sistemas dominados por este país, pero están lejos de ser completamente independientes.
Sobre si los BRICS ayudan a profundizar la integración entre las economías afectadas por los aranceles estadounidenses o que enfrentan presiones comerciales centradas en Estados Unidos, Dass afirmó que los BRICS proporcionan un canal adicional que podría mitigar los riesgos derivados de los aranceles y las presiones estadounidenses. “Pero no es una solución mágica ni un arreglo rápido”, añadió.
Ahora, Malasia tiene más posibilidades de integrarse a los BRICS; sin embargo, debe navegar con cautela por el camino que tiene por delante. Si bien la membresía plena en los BRICS podría amplificar la voz global del país, también requiere un equilibrio estratégico de los intereses económicos y diplomáticos entre Oriente y Occidente.
El respaldo de Brasil podría ser justo el impulso que Malasia necesita, pero la verdadera prueba radica en la eficacia con la que el país aproveche este apoyo para impulsar su desarrollo económico y geográfico a largo plazo.
El respaldo de Brasil podría ser el impulso que Malasia necesita, pero la verdadera prueba reside en la eficacia con la que el país aproveche este apoyo para alcanzar sus objetivos económicos y geopolíticos a largo plazo.
— NNN-BERNAMA
