GINEBRA, 29 oct (NNN-UNIS) — Una comisión independiente de investigación presentó un informe contundente acusando a las fuerzas rusas de cometer crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en el sur de Ucrania mediante el uso sistemático de drones ofensivos.
El documento detalla que desde hace más de un año, unidades rusas han utilizado drones, muchos modificados de modelos comerciales chinos, para atacar viviendas, hospitales, escuelas, mercados, brigadas médicas y centros de distribución de ayuda en Kherson, Dnipropetrovsk y Mykolaiv, a lo largo de más de 300 kilómetros en la margen derecha del río Dniéper.
Estos ataques, señala la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Ucrania, no son incidentes aislados, sino parte de una política planificada para sembrar terror y forzar el desplazamiento de la población civil. Desde julio de 2024, más de 200 civiles han muerto y cerca de 2.000 resultaron heridos, además de la destrucción parcial o total de unas 3.000 viviendas.
El informe revela que los drones están equipados con cámaras de transmisión en vivo, lo que indica intención deliberada y documentación de los daños.
Asimismo, denuncia deportaciones forzosas desde territorios ocupados como Zaporizhzhia, donde civiles fueron detenidos, interrogados, privados de documentos y trasladados a Georgia bajo malos tratos, en coordinación entre autoridades militares y civiles rusas.
La comisión concluye que estas prácticas constituyen crímenes de guerra y de lesa humanidad, y forman parte de una política estatal sistemática para consolidar el control ruso y castigar a quienes resisten la ocupación.
Insta a Rusia a cesar inmediatamente los ataques contra civiles y a poner fin a los traslados forzosos, y llama a la comunidad internacional a fortalecer los mecanismos de rendición de cuentas y apoyar a los sobrevivientes.
— NNN-UNIS
