PARÍS, 24 oct (NNN-ANDINA) — El Museo del Louvre reabrió sus puertas al público el miércoles, tres días después del espectacular robo de nueve joyas imperiales, un incidente que ha sacudido a Francia y reavivado el debate sobre la seguridad en los museos más emblemáticos del mundo.
Aunque la galería de Apolo permanece cerrada con paneles grises, el resto del museo recibió a visitantes ansiosos, muchos de los cuales habían reservado sus entradas con anticipación.
La investigación, liderada por más de un centenar de investigadores, avanza con el hallazgo clave: los ladrones obtuvieron el montacargas utilizado mediante un “seudoalquiler para una supuesta mudanza”. El vehículo fue contratado por una empresa falsa, y cuando un empleado de la compañía llegó al lugar, fue intimidado por dos de los asaltantes sin ser herido.
El fiscal de París, Laure Beccuau, precisó que los daños estimados ascienden a 88 millones de euros (102 millones de dólares), aunque advirtió que “si intentan fundir las joyas, no ganarán nada”.
El ministro del Interior, Laurent Nuñez, reconoció que los sistemas de seguridad internos del museo funcionaron, pero criticó la falta de protección en el exterior, lo que permitió a los criminales instalar el montacargas frente a la fachada.
El presidente Emmanuel Macron ordenó acelerar el refuerzo de la seguridad, mientras que la ministra de Cultura, Rachida Dati, descartó un “fallo interno” y señaló la vulnerabilidad en la vía pública.
El Tribunal de Cuentas francés, en un informe previo, ya había advertido sobre el retraso en la modernización de los sistemas de protección, un problema conocido por la administración del museo desde hace años.
— NNN-ANDINA
