HANÓI, 22 oct (NNN-VNA) — Vietnam está en camino de convertirse en una de las 30 economías más grandes del mundo antes de finalizar 2025, con una proyección de PIB superior a los 505.000 millones de dólares, según el Banco Mundial.

El crecimiento se sustenta en una exportación dinámica: en 2024, el volumen total de comercio exterior superó los 786.000 millones de dólares, un aumento de más del 15 % respecto al año anterior, colocando a Vietnam entre las 20 economías más abiertas del planeta.
Sectores como textiles, muebles, electrónica, procesamiento de alimentos y equipos industriales han alcanzado posiciones globales de liderazgo. La industria textil, con exportaciones de 42.100 millones de dólares, se ubica entre las tres más grandes del mundo; los productos de madera y muebles ocupan el segundo puesto global.
“Nuestros productos ya no son solo baratos: son reconocidos por su calidad, sostenibilidad y cumplimiento de estándares ESG”, afirma Vu Ba Phu, jefe de la Agencia de Promoción Comercial.
Sin embargo, expertos advierten que la fortaleza externa oculta debilidades internas. Hasta el 60 % de las materias primas en la industria alimentaria y solo el 15 % de las empresas textiles tienen certificación ISO 14001, lo que refleja una dependencia crítica de insumos importados y una incapacidad para integrarse plenamente en cadenas de valor globales.
“Vietnam no puede seguir compitiendo solo con mano de obra barata. Debe competir con innovación, tecnología y sostenibilidad”, señala Pham Thi Hong Phuong, asesora de la Universidad de Ciudad Ho Chi Minh.
Para superar este desafío, las empresas deben adoptar modelos de producción circular, invertir en energías limpias, reciclaje y gestión de residuos, y formar alianzas con universidades e institutos de investigación.
El gobierno debe facilitar este cambio: crear clústeres industriales, priorizar fondos para tierras limpias, establecer licitaciones con un mínimo del 50 % de contenido local y promover créditos verdes para la modernización.
“Nuestro objetivo no es solo crecer, sino construir una economía autónoma, resiliente y digna para las próximas generaciones”, concluye Trinh Tien Dung, director del Grupo Dai Dung.
— NNN-VNA
