YAUNDÉ, 21 oct (NNN-PRENSA LATINA) — La tensión política en Camerún se intensificó tras las elecciones presidenciales del 12 de octubre, con acusaciones de fraude por parte del principal opositor, Issa Tchiroma Bakary, quien se proclamó ganador pese a la ausencia de resultados oficiales.

Bakary denunció “maniobras sistemáticas para fraudulentar el voto” en favor del presidente Paul Biya, candidato a un nuevo mandato tras 43 años en el poder, y exigió al Tribunal Constitucional que “respete la voluntad del pueblo”.
Desde el cierre de las urnas, las autoridades electorales han permanecido en silencio, limitándose a recordar que el Tribunal Constitucional tiene hasta 15 días para validar y publicar los resultados definitivos.
Mientras tanto, manifestaciones y protestas pacíficas han surgido en ciudades del sur y oeste del país, donde el opositor tiene fuerte apoyo popular. El gobierno, por su parte, ha evitado cualquier comentario público, y las redes sociales han sido objeto de restricciones, lo que ha generado sospechas de intentos de ocultar irregularidades.
Con la comunidad internacional observando atentamente, la crisis podría profundizarse si el Tribunal no actúa con transparencia, poniendo en riesgo la estabilidad de uno de los países más longevos en términos de liderazgo político en África.
— NNN-PRENSA LATINA
