SANÁ, 21 oct (NNN-UNIS) — El grupo hutí detuvo el domingo a 20 empleados de la ONU tras allanar las instalaciones de la organización en Saná, capital de Yemen, en un acto que ha generado una fuerte condena internacional.
Según el equipo de la ONU en Yemen, entre los detenidos se encontraban 15 funcionarios internacionales y cinco empleados locales. Aunque los trabajadores nacionales fueron liberados recientemente, los internacionales permanecieron bajo custodia dentro del complejo de la ONU, sin poder salir, pero en comunicación con sus familias y sus instituciones.
Entre los cautivos se incluye Peter Hawkins, representante de UNICEF en Yemen, así como personal del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
El miércoles, las fuerzas de seguridad hutíes (Ansar Allah) abandonaron las instalaciones, permitiendo que los funcionarios internacionales se movieran libremente dentro del recinto, aunque aún no han sido liberados del complejo.
El portavoz de la ONU en Nueva York, Stephan Dujarric, reiteró el llamado del Secretario General António Guterres para la liberación inmediata e incondicional de todos los trabajadores detenidos —incluidos los 53 que aún permanecen privados de libertad por las autoridades de facto—, algunos desde 2021.
Guterres calificó las acusaciones públicas de los líderes hutíes contra el personal humanitario como “peligrosas e inaceptables”, y advirtió que socavan operaciones que salvan vidas. “El personal de la ONU arriesga su vida diariamente para ayudar a quienes más lo necesitan, con los principios de humanidad, neutralidad e imparcialidad. No pueden ser objeto de represalias”, enfatizó.
La ONU exige también la devolución de todos los activos confiscados y el cese inmediato de cualquier ocupación de sus instalaciones, en cumplimiento del derecho internacional.
— NNN-UNIS
