NUEVA YORK, 1 oct (NNN-UNIS) — Tras 23 meses de conflicto, la situación humanitaria en Gaza es crítica. El 22 de agosto, la ONU confirmó oficialmente una hambruna en el norte de la Franja, la primera en Oriente Medio, y prevé su expansión a Deir al-Balah y Khan Younis a finales de septiembre.

Más de medio millón de personas sufren hambre. El Ministerio de Salud local registra 440 muertes por desnutrición, un tercio de ellas niños.
Ramiz Alakbarov, funcionario de la ONU, afirmó que la ayuda sigue obstaculizada. Aunque Israel permitió más entregas desde junio, el flujo sigue siendo “muy insuficiente”. Los convoyes son saqueados por civiles hambrientos o grupos armados.
Los bombardeos israelíes han causado más de 7.500 muertes en tres meses y 37.000 heridos, principalmente mujeres y niños. Treinta miembros del personal de la ONU también han muerto.
Alakbarov denunció el “castigo colectivo” y los desplazamientos forzados. Menos del 14 % del territorio está disponible para dos millones de habitantes. Desde mediados de agosto, más de 380.000 personas han sido desplazadas.
En Cisjordania, 46 palestinos, incluidos 12 niños, han sido asesinados desde junio. Entre junio y septiembre, Israel aprobó más de 20.800 nuevas unidades de vivienda, incluido el proyecto E1, que dividiría Cisjordania. Además, 455 estructuras fueron demolidas, desplazando a 420 personas.
Ante este contexto, Alakbarov pidió un alto el fuego inmediato, la liberación de todos los rehenes y acceso humanitario sin trabas.
— NNN-UNIS