NACIONES UNIDAS, 13 ago (NNN-UNIS) — Cuatro años después de que el Talibán recuperara el poder en Afganistán, las mujeres y niñas del país enfrentan la crisis de derechos humanos más grave del mundo, advirtió el lunes ONU Mujeres, al denunciar la escalada continua de restricciones que les ha arrebatado sus libertades fundamentales.

Según la entidad de la ONU, Afganistán se encuentra al borde de consolidar un modelo social que excluye por completo a las mujeres de la vida pública.
Las niñas están prohibidas de asistir a la escuela más allá de los trece años; las mujeres han sido expulsadas de la mayoría de los empleos y de la participación política; y en numerosas regiones no pueden salir de sus hogares sin la compañía de un hombre de su familia. Incluso, muchas han perdido la capacidad de tomar decisiones básicas dentro de sus propios hogares.
Además, la prohibición de que las mujeres estudien medicina y las restricciones para recibir atención médica de médicos hombres, sumadas a los recortes en la ayuda internacional, han desencadenado una profunda crisis sanitaria que afecta especialmente a las mujeres.
Como consecuencia, aumenta la mortalidad materna, se disparan los matrimonios infantiles y la violencia de género se extiende sin control.
Afganistán ocupa el segundo lugar mundial en la brecha de género más amplia, y las crisis humanitarias superpuestas, junto con una pobreza generalizada, afectan de manera desproporcionada a mujeres y niñas, destacó ONU Mujeres.
Por su parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertó sobre la situación crítica en las fronteras afganas, donde más de dos millones de personas —entre ellas 500.000 niños— han regresado al país en lo que va del año.
Estos retornados provienen principalmente de Irán, Pakistán y otras naciones de Asia Central. Solo el 4 de julio, unas 50.000 personas cruzaron los puntos fronterizos hacia Afganistán.
Durante su cuarta visita al país, el director de Acción Humanitaria de UNICEF, Ted Chaiban, visitó centros de recepción en Islam Qala y Herat, así como programas educativos en Kunduz.
Tras el recorrido, Chaiban señaló que, aunque ha mejorado el acceso de las agencias humanitarias, la situación sigue siendo alarmante, especialmente para las niñas.
“La educación en Afganistán continúa siendo un tema crítico, particularmente para las adolescentes, que no pueden asistir a la escuela más allá del sexto grado. Esto no solo afecta a las niñas, sino a toda la sociedad. Con la prohibición actual, muchas jóvenes ven truncadas sus aspiraciones, como una futura médica que conocimos, quien fue obligada a abandonar sus estudios a pocos meses de graduarse”, afirmó.
UNICEF ha implementado programas de clases aceleradas para que las niñas completen la educación primaria, pero el acceso a la educación secundaria y universitaria sigue vedado para la mayoría.
La agencia expresó profunda preocupación por el bienestar de las familias que regresan, muchas veces de forma abrupta y en condiciones extremadamente precarias. Las comunidades receptoras ya están debilitadas por décadas de conflicto, una economía frágil y una sequía prolongada. Se estima que más de la mitad de la población afgana necesita ayuda humanitaria urgente.
En julio, UNICEF brindó asistencia a más de 6.000 niños no acompañados o separados, ayudándolos a reunirse con sus familias. Sin embargo, el volumen de retornados supera con creces la capacidad de respuesta actual.
El organismo urgió a implementar un proceso de repatriación ordenado y por fases, que garantice seguridad, dignidad y acceso continuo a servicios esenciales.
ONU Mujeres instó a la comunidad internacional a no permanecer en silencio ni desviar la mirada. “El mundo debe actuar ahora, no solo para atender las necesidades urgentes, sino para apoyar a las mujeres afganas en la construcción de un futuro con igualdad de derechos para todas”, señaló la entidad, y llamó a escuchar, visibilizar y financiar las operaciones humanitarias destinadas a proteger y empoderar a las mujeres en Afganistán.
UNICEF, por su parte, solicitó un diálogo coordinado entre Afganistán, Irán y Pakistán para gestionar mejor los retornos, y apeló a los donantes internacionales a incrementar su apoyo a las acciones humanitarias en los puntos de entrada y en las zonas de reasentamiento.
— NNN-UNIS
