BRUSELAS, 9 ago (NNN-VNA) — El pueblo y las autoridades de Bélgica respaldan activamente los esfuerzos internacionales para superar las consecuencias de la guerra en Vietnam, especialmente los efectos del Agente Naranja, afirmó Joseph-Michel de Grand Ry, ex cónsul honorario de Hanoi en Bruselas.

En una entrevista con corresponsales de la Agencia Vietnamita de Noticias (VNA) en la capital belga, De Grand Ry expresó su profunda conmiseración por el sufrimiento de las víctimas del Agente Naranja/dioxina, cuyas vidas han sido marcadas por discapacidades físicas, cognitivas y generacionales.
Destacó la importancia de la visita oficial del rey Felipe de Bélgica a Vietnam en abril pasado, durante la cual el monarca visitó el Museo de los Vestigios de Guerra en Ciudad Ho Chi Minh. Allí, dedicó un tiempo significativo a recorrer la sección dedicada al Agente Naranja, observando fotografías y objetos que documentan el impacto devastador de esta sustancia tóxica.
“El rey quedó profundamente conmovido al ver a niños y adultos con graves dificultades de movilidad e inteligencia, consecuencia directa de la dioxina”, relató De Grand Ry. “Estas imágenes son la prueba más contundente de un desastre humanitario que persiste más de medio siglo después del fin de la guerra”.
El ex cónsul recordó que, aunque han transcurrido más de 50 años, los efectos del Agente Naranja siguen afectando a millones de familias vietnamitas, transmitiéndose incluso a las generaciones posteriores. “Es preocupante que sus consecuencias puedan perdurar otras dos o tres décadas más”, advirtió.
Bélgica ha impulsado diversas iniciativas humanitarias en solidaridad con Vietnam. Entre ellas, destaca la campaña anual de recaudación de fondos liderada por Chris Geyskens, presidenta de la filial de la Asociación de Hoi An para las Víctimas del Agente Naranja en Bruselas, que organiza torneos de golf benéficos para financiar programas de rehabilitación.
Desde la diplomacia popular, señaló De Grand Ry, los reportajes televisivos sobre las víctimas han generado un fuerte impacto en la opinión pública belga, movilizando apoyo social y político.
Actualmente, se están celebrando debates en los Parlamentos belga y francés con el objetivo de adoptar una resolución conjunta que condene el uso de armas químicas en conflictos y exija mayor apoyo internacional a Vietnam. De Grand Ry expresó su confianza en que la Cámara de Representantes belga apruebe esta resolución en los próximos meses, convirtiéndose así en la segunda resolución parlamentaria belga sobre el tema.
“Reafirmo mi compromiso personal, así como el de muchas organizaciones e individuos en Bélgica, de acompañar a Vietnam en su lucha contra las consecuencias de la guerra”, concluyó. “Queremos ayudar a que ningún país vuelva a sufrir por el uso de productos químicos tóxicos”.
— NNN-VNA