NACIONES UNIDAS, 8 ago (NNN-TELESUR) — La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas reportó que al menos 319 civiles fueron asesinados por el grupo terrorista M23 en el este de la República Democrática del Congo (RDC) entre el 9 y el 21 de julio. Los ataques ocurrieron en cuatro aldeas del territorio de Rutshuru, en la provincia de Kivu del Norte.
Según testimonios recopilados por la ONU, la mayoría de las víctimas eran agricultores locales que acampaban en sus campos durante la temporada de siembra. Entre los fallecidos se encuentran al menos 48 mujeres y 19 niños, evidenciando la brutalidad indiscriminada de los ataques.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, expresó su profunda consternación por la escalada de violencia y urgió un cese inmediato de los ataques contra civiles. “Todos los responsables deben rendir cuentas”, enfatizó Türk, subrayando la necesidad de proteger a la población civil.
A pesar del alto al fuego firmado entre el Gobierno de la RDC y el M23 el 19 de julio en Doha, Qatar, la violencia ha persistido. Además de los crímenes del M23, otros grupos armados como la Cooperativa para el Desarrollo del Congo (Codeco) y las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) han perpetrado ataques brutales en las provincias de Kivu del Norte, Kivu del Sur e Ituri.
Entre los incidentes más graves destacan el asesinato de 40 fieles cristianos, incluidos 13 niños, durante una oración dominical en la aldea de Komanda (Ituri) el 27 de julio, y la matanza de 70 civiles en Pikamaibo el 9 de julio.
Türk instó a los firmantes y facilitadores de los acuerdos de Doha y Washington a garantizar que estos se traduzcan en seguridad real para los civiles, quienes continúan pagando un alto precio por los conflictos en la región.
— NNN-TELESUR