BEIJING, 2 ago (NNN-TELESUR) — Las autoridades de Beijing informaron el jueves que las intensas tormentas ocurridas entre el 23 y el 29 de julio dejaron un saldo de 44 personas fallecidas y nueve desaparecidas. La cifra fue revelada durante una conferencia de prensa por el vicealcalde ejecutivo de la capital china, Xia Linmao.

De las víctimas mortales, 31 eran residentes de un centro de atención para adultos mayores en Taishitun, ubicado en el distrito de Miyun. Entre los desaparecidos se encuentran cuatro secretarios del Partido Comunista de aldeas que participaban en labores de rescate y apoyo durante la emergencia.
Las lluvias torrenciales afectaron a más de 300.000 personas y causaron daños en aproximadamente 24.000 viviendas, con un impacto especialmente severo en las zonas montañosas de los distritos de Miyun, Huairou, Yanqing y Pinggu. Las inundaciones repentinas, agravadas por crecidas en ríos aguas arriba, dañaron la infraestructura en 40 municipios y 312 aldeas administrativas.
El embalse de Miyun, el más grande de Beijing, recibió 910 millones de metros cúbicos de agua en solo siete días, un 30 % más que el récord registrado en 1974. A pesar de esta presión, su nivel se mantuvo en 155,38 metros, dentro de los límites considerados seguros.
Ante la alerta roja por inundaciones, las autoridades activaron una respuesta de emergencia de nivel uno el sábado, lo que permitió la evacuación de 104.000 personas. Para las operaciones de rescate, se desplegaron 6.830 efectivos, 1.356 vehículos y 296 embarcaciones, logrando rescatar a 1.879 personas y evacuar a otras 3.521. Los equipos utilizaron drones, maquinaria pesada, botes y cuerdas, además de entregar 56 toneladas de suministros de emergencia.
Hasta el jueves, 364 de las 424 vías rurales afectadas habían sido despejadas, y el suministro de agua de emergencia se restableció en todas las aldeas impactadas. La electricidad fue restablecida en 105 de las 213 aldeas que sufrieron cortes.
Xia Linmao afirmó que el gobierno prioriza la reparación de viviendas, el apoyo psicológico a las familias de las víctimas y la reconstrucción de carreteras, redes de agua, electricidad y comunicaciones, con el fin de garantizar condiciones dignas de vida para los afectados.
— NNN-TELESUR
