PASO FRONTERIZO DE RUMICHACA, 28 jul (NNN-TELESUR) — El Gobierno de Colombia continúa recibiendo a ciudadanos colombianos deportados unilateralmente por Ecuador, en un contexto de creciente tensión diplomática entre ambos países.

Hasta el sábado, de los 603 colombianos expulsados desde cárceles ecuatorianas, 450 han sido recibidos en el Puente Internacional de Rumichaca, en el municipio de Ipiales, Nariño, mientras que el resto permanece en proceso de cruce fronterizo.
La canciller colombiana, Rosa Yolanda Villavicencio, encabezó una visita al puesto de recepción para verificar las condiciones de acogida y dialogar con los connacionales retornados. En su cuenta de X, la Cancillería informó que, hasta el momento, solo se han recibido los antecedentes judiciales de 348 deportados, por lo que ha solicitado formalmente mediante nota verbal la documentación pendiente.
El gobierno de Gustavo Petro ha calificado las deportaciones como unilaterales, inamistosas y no coordinadas, y ha denunciado que Ecuador ignoró las reiteradas solicitudes de establecer un protocolo conjunto para el retorno ordenado de los connacionales.
Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores se ha garantizado que los deportados serán recibidos con dignidad, con acceso a hospedaje, alimentación, transporte y protección de sus derechos humanos. Las autoridades competentes iniciarán procesos de identificación, verificación de antecedentes y definición de la situación jurídica de cada persona.
Un equipo interinstitucional liderado por la Cancillería coordina con el Puesto de Mando Unificado de la Gobernación de Nariño y la Alcaldía de Ipiales para garantizar una atención integral y segura.
Durante su recorrido, Villavicencio insistió en la necesidad de establecer un protocolo bilateral y un cronograma claro para organizar futuros retornos. “La protección de los derechos humanos de los colombianos dentro y fuera del país siempre será una prioridad para el gobierno del presidente Petro”, afirmó.
El proceso se lleva a cabo en medio de una crisis diplomática que ha puesto a prueba las relaciones entre dos países tradicionalmente aliados, y ha reabierto el debate sobre la cooperación migratoria, judicial y de seguridad en la frontera común.
— NNN-TELESUR