KINSASA, 28 jul (NNN-TELESUR) — La República Democrática del Congo (RDC) enfrenta una intensificación alarmante del brote de cólera, con más de 38.000 casos sospechosos y cerca de 950 muertes registradas desde enero de 2025, según informaron las autoridades sanitarias. Esta cifra ya supera el total de casos y fallecimientos por cólera reportados durante todo el año 2024.

El brote se ha extendido a 17 de las 26 provincias del país, incluyendo regiones donde la enfermedad no es endémica, como Kinsasa, Maï-Ndombe y Équateur, lo que evidencia una propagación sin precedentes.
En la capital, se ha registrado un aumento drástico de casos: más de 1.500 casos sospechosos y 120 muertes desde mediados de abril. La situación es crítica en zonas donde hasta 500 personas comparten un solo grifo de agua, y las redes de suministro, así como las instalaciones de almacenamiento, han sido destruidas por los enfrentamientos armados en localidades como Sake y Minova. Esta escasez ha obligado a miles de familias a consumir agua de fuentes contaminadas, acelerando la propagación del cólera.
A pesar de los esfuerzos del gobierno congoleño, las Naciones Unidas y organizaciones humanitarias por desplegar intervenciones de emergencia, los desafíos persisten y se ven agravados por el conflicto armado continuo, alimentado por intereses extranjeros en el control de minerales estratégicos esenciales para la industria tecnológica global.
Los servicios de agua, saneamiento e higiene (WASH) carecen de financiamiento suficiente, mientras que la destrucción de infraestructuras, el desplazamiento forzado de millones de personas y el colapso de campamentos temporales han llevado a prácticas como la defecación al aire libre, contaminando aún más las fuentes de agua y generando un grave riesgo sanitario.
Para contener la epidemia, desde principios de julio se lleva a cabo una campaña de vacunación masiva que busca inmunizar a 3 millones de personas en 11 zonas sanitarias de cuatro provincias, con la meta de finalizar a finales de este mes.
Además, el Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF) de la ONU asignó 750.000 dólares adicionales para fortalecer las medidas preventivas en Kinsasa.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) advirtió que el riesgo de propagación del cólera aumentará significativamente con la llegada de la temporada de lluvias, prevista entre septiembre y diciembre, lo que podría agravar aún más la crisis.
A pesar de la firma reciente de una Declaración de Principios entre el gobierno de la RDC y el grupo armado Movimiento 23 de Marzo (M23) el 20 de julio en Doha, Qatar, la pobreza extrema, el colapso de servicios básicos y el impacto devastador de la guerra siguen cobrando miles de vidas cada año. La comunidad internacional, pese a los llamados, aún no ha adoptado acciones contundentes para detener esta tragedia humanitaria.
— NNN-TELESUR