MADRID, 16 jul (NNN-TELESUR) — Según datos proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el Instituto de Salud Carlos III y el Ministerio de Sanidad, al menos mil personas han fallecido en España durante los últimos dos meses como consecuencia del altas temperaturas registradas en el país.
Esta cifra representa un aumento del 1 300 % en comparación con los 70 fallecimientos reportados en el mismo período de 2024, lo que ha generado una grave alarma sanitaria a nivel nacional.
Desde la activación del plan de prevención por calor, se han registrado diez muertes directamente atribuibles a golpes de calor, cinco de ellas en personas mayores de 65 años, cuatro entre los 52 y los 62 años, y en uno de los casos aún no se conocen detalles sobre la edad o condiciones médicas.
La primera semana de julio arrojó una tendencia preocupante, con un aumento del 47 % en las muertes asociadas al calor respecto al total de junio. Las previsiones meteorológicas indican que julio continuará con temperaturas por encima de la media histórica en todo el territorio, con una probabilidad superior al 70 % de días extremadamente calurosos.
Un análisis detallado de las víctimas muestra que el 95,08 % de los fallecidos tenía más de 65 años, y que el 59,24 % eran mujeres.
Este patrón se explica tanto por la mayor proporción de mujeres en edades avanzadas como por factores fisiológicos que incrementan su susceptibilidad ante olas de calor prolongadas.
Las autoridades sanitarias han advertido que esta situación requiere una atención urgente en políticas públicas dirigidas a proteger a las poblaciones más vulnerables, especialmente aquellas sin acceso adecuado a sistemas de refrigeración o servicios médicos disponibles.
El calentamiento global, impulsado por las emisiones de gases de efecto invernadero, está intensificando fenómenos climáticos extremos, incluidas olas de calor más frecuentes y severas.
Estos eventos no solo alteran los patrones climáticos, sino que también generan impactos profundos en la salud pública, la agricultura y la disponibilidad de agua, particularmente en regiones como el Mediterráneo, considerada una de las zonas más afectadas por el cambio climático.
— NNN-TELESUR
