NACIONES UNIDAS, 24 jun (NNN-UNIS) — El ritmo de calentamiento en Asia, que no muestra señales de disminuir, está generando consecuencias devastadoras para la vida y los medios de subsistencia en toda la región; ningún país escapa a sus efectos. Mientras algunas comunidades enfrentan lluvias récord, otras soportan sequías prolongadas.

En abril de 2024, China registró su temperatura media más alta para ese mes. Lo mismo ocurrió en mayo, agosto, septiembre y noviembre.
Si bien hay récords que merecen celebrarse, como los olímpicos, estas temperaturas extremas no son motivo de orgullo. Y sin embargo, China no fue el único país asiático en alcanzar nuevas máximas durante 2024.
Según un informe publicado el lunes por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Asia se está calentando al doble de velocidad que el promedio mundial. Este aumento térmico continúa afectando duramente a la población y ecosistemas de toda la región.
“El clima extremo ya está cobrando un costo inaceptablemente alto”, afirmó la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo.
El informe destaca que Asia se calienta más rápidamente debido a su gran extensión continental, ya que las temperaturas terrestres aumentan con mayor velocidad que las marinas.
“Las variaciones en la temperatura superficial tienen un impacto profundo en los sistemas naturales y en las personas”, indica el documento.
Los océanos que rodean Asia también están experimentando subidas de temperatura, con registros históricos en las superficies del Índico y el Pacífico durante 2024.
Además, prolongadas olas de calor, tanto sobre tierra como sobre el mar, han generado daños severos, incluyendo el deshielo acelerado de glaciares y el aumento del nivel del mar.
Algunas regiones fueron golpeadas por precipitaciones récord. En el norte de Kerala, India, un corrimiento de tierras dejó más de 350 fallecidos.
En Kazajstán, las lluvias intensas combinadas con el deshielo causaron inundaciones consideradas las peores de los últimos 70 años.
Otros países, como China, enfrentaron sequías prolongadas que afectaron a más de 4,76 millones de personas y dañaron cientos de miles de hectáreas de cultivos.
La OMM resalta que la única forma de adaptarse a estos patrones climáticos extremos es mediante sistemas de alerta temprana más completos, acompañados de capacitación para que las comunidades sean más resilientes.
El informe elogia los avances de Nepal en la instalación de sistemas de alerta temprana contra inundaciones, aunque señala que aún se necesitan medidas más amplias.
Entre el 26 y el 28 de septiembre de 2024, Nepal sufrió lluvias extremas que provocaron deslaves e inundaciones en gran parte del país. La emergencia dejó 246 muertos, 178 heridos y más de 200 desaparecidos.
A pesar del impacto, los sistemas de alerta permitieron evacuar a tiempo a muchas personas y facilitaron una rápida respuesta en las zonas afectadas.
“Es la primera vez en 65 años que las inundaciones han sido tan graves. No hubo víctimas gracias a la preparación, pero los daños fueron cuantiosos”, declaró Ramesh Karki, alcalde de Barahakshetra, una zona afectada en el este de Nepal.
Además, protocolos nacionales sobre financiación de emergencias garantizaron una rápida distribución de recursos humanitarios y de reconstrucción.
La Organización Meteorológica indicó que sigue trabajando con el gobierno nepalí y otros socios para mejorar estos sistemas.
“La labor de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales y sus aliados es más crucial que nunca para salvar vidas y medios de subsistencia”, concluyó Saulo.
— NNN-UNIS