GINEBRA, 19 jun (NNN-ONU) — Cuatro años después del retorno de los talibanes al poder en agosto de 2021, un nuevo informe de ONU Mujeres revela que el 80% de las jóvenes afganas están excluidas de la educación, el empleo y la formación profesional, una proporción cuatro veces superior a la registrada entre los hombres.
Este alarmante nivel de exclusión se refleja también en el mercado laboral: solo el 24 % de las mujeres participa en la fuerza laboral, frente al 89 % de los hombres, lo cual convierte a Afganistán en uno de los países con mayor brecha de género en este ámbito a nivel mundial.
El informe detalla que desde 2021, el número de mujeres desempleadas y buscando activamente trabajo se cuadruplicó, mientras que el de mujeres ocupadas se redujo a la mitad.
“El mayor recurso de Afganistán son sus mujeres y niñas. Su potencial sigue sin explotarse, pero perseveran”, afirmó Sima Bahous, directora ejecutiva de ONU Mujeres, durante una rueda de prensa en Ginebra.
“Las mujeres afganas se están uniendo, dirigiendo empresas, proporcionando ayuda humanitaria y plantando cara a la injusticia. Debemos apoyarlas en su lucha por un país que refleje sus derechos y sus aspiraciones”, añadió.
Brechas abismales en oportunidades
De acuerdo con el Índice de Género de Afganistán, herramienta que mide el desarrollo femenino en salud, educación, toma de decisiones y acceso a oportunidades económicas, las mujeres afganas alcanzan apenas el 17 % de su pleno potencial, muy por debajo del promedio mundial femenino del 60 %.
Además, las prohibiciones impuestas por las autoridades actuales sobre la educación secundaria y terciaria para las mujeres, incluyendo la formación médica, amenazan con hacer retroceder aún más estos indicadores. En poco tiempo, advierten expertos, ninguna niña podrá completar su educación secundaria si no hay intervención internacional urgente.
“No podemos aceptar este peligroso precedente. Las mujeres y niñas afganas no se han rendido y no nos rendiremos con ellas ”, afirmó Sofía Calltorp, coordinadora de Acción Humanitaria de ONU Mujeres, durante una conferencia de prensa en Ginebra.
Desigualdad estructural y trabajo doméstico no remunerado
El análisis también muestra que las mujeres afganas tienden a trabajar en empleos mal pagados y precarios, generalmente desde sus hogares, y enfrentan cargas desproporcionadas en labores domésticas no remuneradas.
El 74 % de las mujeres afganas dedica grandes extensiones de tiempo a tareas del hogar, comparado con solo el 3 % de los hombres, lo que limita aún más su participación en actividades educativas y productivas.
En términos generales, Afganistán registra la segunda brecha de género más alta del mundo, con una diferencia del 76 % entre mujeres y hombres en indicadores clave como salud, educación, inclusión financiera y participación en procesos de toma de decisiones.
Bahous reiteró que “la paz y el progreso nacional serán imposibles si no se reconoce la dignidad, los derechos y el rol de las mujeres ”.
— NNN-ONU
