NACIONES UNIDAS, 17 jun (NNN-UNIS) — En medio de una coyuntura global marcada por la incertidumbre económica, conflictos regionales y creciente desigualdad, uno de los flujos financieros más estables sigue siendo el envío de remesas por parte de migrantes hacia sus países de origen.

Con motivo del Día Internacional de las Remesas Familiares, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM ) destacó el papel crucial que juegan los migrantes y sus comunidades en el desarrollo económico y social tanto local como global.
“Cuando los migrantes envían dinero a casa, están haciendo mucho más que mantener a sus familias”, afirmó la directora general de la OIM, Amy Pope. “Están construyendo comunidades más fuertes, impulsando economías locales y ayudando a regiones enteras a recuperarse y crecer”.
Según datos recopilados por la OIM, en 2024, los migrantes enviaron alrededor de 700.000 millones de dólares a países de ingresos bajos y medios, superando incluso la ayuda oficial al desarrollo y la inversión extranjera directa en esas naciones.
“Las remesas apoyan la educación de los niños, permiten a las mujeres iniciar pequeños negocios y ofrecen un colchón financiero vital en tiempos de crisis. Cuando se utilizan adecuadamente, son una herramienta poderosa para el desarrollo sostenible”, indicó Pope.
Estos recursos suelen destinarse al pago de alimentos, vivienda, salud y educación, pero también fortalecen la economía local mediante el impulso a microempresas, empleo y reconstrucción postcrisis, especialmente en zonas afectadas por conflictos o desplazamientos masivos.
Además, las remesas no solo benefician a los países de origen, sino también a los de acogida, donde los migrantes contribuyen activamente al desarrollo económico y social, señaló la OIM.
Pese a su impacto positivo, los flujos de remesas enfrentan obstáculos como altos costos de transferencia y limitado acceso a servicios financieros formales.
La organización continúa abogando por la reducción de comisiones, mayor digitalización, vías de migración seguras y la inclusión de las diásporas en las estrategias nacionales de desarrollo.
La OIM instó a gobiernos, instituciones financieras y socios internacionales a trabajar juntos para crear un entorno propicio que potencie el impacto de estas transferencias familiares.
— NNN-UNIS