El aumento de las deportaciones y el colapso de servicios esenciales agravan la crisis humanitaria en Haití

NACIONES UNIDAS, 25 abr (NNN-UNIS) — La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó el jueves sobre un alarmante incremento en el número de deportaciones desde la República Dominicana hacia Haití, especialmente de mujeres embarazadas, lactantes, niños y recién nacidos.

Guerson (izquierda) y Roselène comienzan una nueva vida en Haití. (Foto: OIM/Antoine Lemonnier)

Solo el 22 de abril, el personal de la OIM en el cruce fronterizo de Belladère recibió a 416 personas deportadas, incluidas once mujeres embarazadas y 16 en período de lactancia. Muchos llegaron en condiciones precarias, sin recursos ni apoyo. La OIM proporciona asistencia humanitaria inmediata, como alimentos, agua, kits de higiene, primeros auxilios, referencias médicas y apoyo psicosocial. Se presta especial atención a la salud materna y se organiza alojamiento temporal para mujeres lactantes cuando es necesario.

En el interior del país, la violencia y los recortes de financiamiento están deteriorando gravemente los servicios esenciales y profundizando la crisis humanitaria, especialmente en el departamento de Centro. Los ataques de grupos armados han provocado desplazamientos masivos, con más de 51.000 personas, más de la mitad niños, huyendo de la violencia. Muchos buscan refugio en departamentos vecinos o viven en asentamientos improvisados.

El Hospital Universitario de Mirebalais, un centro de referencia con aproximadamente 300 camas, suspendió sus operaciones debido a la creciente inseguridad en la zona. Ataques armados, una fuga masiva de prisioneros y la destrucción de infraestructuras públicas forzaron su cierre gradual. Este hospital atendía diariamente a casi 850 pacientes, incluidos servicios de maternidad y tratamiento oncológico avanzado.

Otros dos hospitales en la región, St. Therese en Hinche y el Hospital Albert Schweitzer en Artibonite, enfrentan una presión creciente y una escasez crítica de suministros médicos, como oxígeno y kits de emergencia. Desde el cierre del hospital en Mirebalais, ambos centros han tratado a más de 200 pacientes con heridas de bala, accidentes cerebrovasculares, sospechas de cólera y casos de desnutrición. Solo el hospital St. Therese ha recibido a más de 3.500 desplazados, triplicando su volumen habitual de consultas externas.

UNICEF y sus socios humanitarios están trabajando para aliviar la presión sobre el sistema de salud en el Departamento de Centro. En coordinación con el Gobierno y Caritas, se están desplegando clínicas móviles para atender a unas 30.000 personas en comunidades de acogida y campamentos de desplazados.

El Plan de Respuesta Humanitaria para Haití, que requiere 908 millones de dólares para asistir a 3,9 millones de personas, solo ha recibido un 6% de los fondos necesarios, con apenas 57 millones de dólares disponibles hasta la fecha. Para el sector de la salud, las agencias humanitarias necesitan 43,5 millones de dólares, pero han recibido menos de siete millones.

Las Naciones Unidas reiteraron su compromiso de seguir proporcionando asistencia, en la medida en que las condiciones de seguridad y financiamiento lo permitan.
— NNN-UNIS

Related Articles